En pleno Camino de Santiago, en el municipio burgalés de Belorado, se ubica el Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra, convertido en toda una rareza en España y en Europa. Fue diseñado con el objetivo de divulgar de una manera experiencial la historia de las comunicaciones durante el último siglo. Cuenta con una colección que te da la oportunidad de contemplar los equipos de radio que marcharon algunos hitos a nivel mundial. Pero también escenarios que darán al visitante la oportunidad de poder ver como era, en una recreación real, única y altamente emocionante la trinchera de la I Guerra Mundial más grande del continente.
No obstante, también aquí se puede conocer un poco más del modelo que anunció el ataque del Pearl Harbor o del traje de astronauta que usó Yuri Gagarin en su salto espacial en el año 1961. También se pueden ver los aparatos de espionaje que se utilizaron en la Guerra Fría o el equipo que portó el control marítimo del Canal de Suez hasta 2004.
En definitiva, genialidades e inventos únicos sin las que sería difícil entender la historia del mundo, alimentada por avances tecnológicos y científicos que marcaron, marcan y marcarán el devenir de las comunicaciones.
Pero sin duda la recreación de espacios hará al visitante alcanzar cotas de emoción insospechadas. Regresando a la trinchera, única en España, permitirá al usuario descubrir cómo fueron los barracones, el hospital de campaña, la cocina-almacén, los puestos de control, de mando y de correo y hasta las letrinas.
Se trata de una recreación de una trinchera del lado británico, que ayuda a imaginar cómo se vivió tal cual este episodio que fue fundamental en la historia de toda Europa. El escenario no solo permite sentir en la piel la cotidianidad de los soldados, en lo que fue su hogar en momentos de guerra, sino que también da cuenta de la relevancia de las comunicaciones en aquellos momentos. Por aquel entonces era la época del correo postal y del cable, con las dificultades adicionales que suponía estar en guerra.
Este museo también cuenta con una recreación del Checkpoint Charlie, una reproducción a escala real del puesto fronterizo más famoso del Muro de Berlín. Se podrá ver tanto la icónica caseta como la calle donde se situaba. Este escenario, que ha sido recreado en múltiples películas, permitirá sentir en la piel esa misma sensación pero en plena provincia de Burgos.
Las instalaciones también pondrán a disposición del visitante el único carro de combate del ejército español visitable en el país. Los curiosos que acudan al museo podrán subirse al vehículo de guerra, un M-60 Patton A3TTS, del ejército de tierra. Se trata de una aventura inédita que, a su vez, se convierte en un ejemplo único de cómo eran las comunicaciones en el sector de los blindados, puesto que cuentan con más piezas de este ámbito que permiten pintar el escenario completo.
Y es que todo esto no acaba aquí. El museo también cuenta con una recreación única en el mundo de un decorado del Titanic. Es la Sala Marconi (sala de la radiotelegrafía inalámbrica del buque), el pasillo de primera clase, la sala de generación eléctrica y varios camarotes que forman un escenario singular a escala planetaria. Permite al viajero inmiscuirse en el barco de lujo más famoso de la historia y revivir la grandeza y suntuosidad de este icónico crucero. De la misma manera, se pone de relieve la relevancia de las comunicaciones y el uso de un lenguaje universal. Dicho accidente supuso generalizar el S.O.S como señal de socorro oficial en todo el planeta.
Por último, también disponen de una recreación de una base americana en Vietnam con un helicóptero Bell HU-10. Es la incorporación más reciente al museo, lo que denota una prueba práctica de su vocación de crecer con nuevas recreaciones y elementos para el disfrute y aprendizaje de los visitantes.