Las redes sociales se han hecho eco de un vídeo donde se ve a un joven de 23 años gritando a los empleados de un establecimiento de comida rápida ubicado en Burgos. "Dame mi dinero", grita mientras golpea todo lo que encuentra alrededor de la barra, a la par que el empleado intenta tranquilizarle.
Sin embargo, lejos de lograrlo, el joven termina quintándose la camiseta y lanzando el bote de propinas. Este no había pagado la comida y quería que se la dieran de forma gratuita. Sin embargo, desde el establecimiento le explicaron que hasta que no pagara, no tendría los alimentos.
Unos minutos de gran tensión con un "conocido" por la Policía Nacional de Burgos, tal y como confirman a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León. "Suele hacer simpas, pero esta vez le ha dado por encararse al propietario", aseguran fuentes policiales. Y es que ha causado grandes destrozos al golpear los grifos de cerveza, la pantalla táctil donde se gestionan los pedidos o la propia hucha con las monedas.
Por ahora, está identificado puesto que no es la primera vez que protagoniza un episodio de este calibre, pero todavía no han dado con su paradero para lograr detenerlo. Sobre los daños causados, el problema reside en que siempre se ha declarado "insolvente".