Varias patrullas de la Policía Nacional de Burgos y de Miranda de Ebro tuvieron que escoltar la pasada madrugada a una familia gitana originaria del municipio segoviano de Cuéllar, pero residente en el citado municipio burgalés desde hace almenos dos años, según han confirmado fuentes policiales a este mismo medio.
Dicha familia se había atrincherado en su domicilio, situado en la calle Real Aquende del casco viejo de Miranda de Ebro, tras ser amenazada por otro clan de la misma etnia después de que ambos mantuvieran, durante esa misma tarde, una gran bronca en plena calle por motivos hasta ahora desconocidos.
Lo que sí se ha podido confirmar es que el segundo clan quería linchar y expulsar de la comunidad a la familia segoviana y que por ello esta última decidió resguardarse en su domicilio.
A consecuencia de la trifulca, numerosos vecinos se empezaron a concentrar en la zona, siendo uno de ellos el que, a media tarde, dio la voz de alarma a la Policía Nacional del municipio, que, nada más conocer lo ocurrido, envió a varios efectivos al lugar de los hechos para que pudiesen mediar.
Sin embargo, cuando al llegar se encontraron semejante concentración de personas, se vieron obligados a pedir refuerzos a la Policía Nacional de Burgos, desde donde se movilizó un coche zeta y dos furgonetas de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR).
Tras una larga negociación, pasadas las 01:00 horas, la familia gitana de Cuéllar accedió a abandonar la comunidad. Todos los integrantes lo hicieron con sus propios vehículos, aunque escoltados por los diferentes efectivos de la Policía hasta una vez pasada la salida del municipio.
Y es que, tal y como pudieron observar los agentes, estos continuaron su camino dirección Burgos, lo que les hizo suponer que decidieron regresar a Cuéllar.
Tal y como han confirmado fuentes de la Policía Nacional de Burgos, la intervención se saldó sin detenidos, ni heridos. Además, han desmentido que hubiese un tiroteo y han aclarado que en el registro realizado en el domicilio del clan gitano de Cuéllar después de que un testigo asegurase que uno de sus miembros llegó a exhibir un arma durante la bronca, no se encontró nada.
Virginia Barcones aclara que no ha habido "consecuencias graves"
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha aprovechado su comparecencia en León para hablar de este incidente. En este sentido, Barcones ha confirmado que, "por fortuna", no ha habido que "lamentar ningún herido ni ninguna consecuencia grave más allá del alboroto y el desasosiego que provocó toda la situación", tal y como recoge la Agencia ICAL.
Además, la delegada del Gobierno ha expresado que la salida de la familia de Cuéllar de Miranda de Ebro escoltada por agentes de la Policía Nacional supuso "la cuestión última del conflicto".