Dos agentes de la Policía Nacional han logrado el pasado 29 de mayo salvar la vida de un indigente que vivía debajo de un puente y se vio sorprendido por la crecida del río Arlanzón tras las fuertes tormentas que cayeron sobre la ciudad de Burgos.
Un testigo alertó a los servicios de emergencias cuando observó que un hombre estaba en peligro a la altura del puente San Pablo, por lo que dos agentes se personaron allí y vieron como un hombre estaba con la mitad del cuerpo sumergido en el agua y agarrado a un viaducto para evitar ser arrastrado por la corriente del río.
Los agentes bajaron entonces rápidamente hasta la orilla, logrando sujetarle para intentar ponerlo de pie y evacuarlo, pero la víctima estaba débil y apenas tenía fuerza. Eso contribuyó a que el rescate se dificultara y los policías tuvieron que introducirse en el agua que cubría hasta la altura de la cintura, consiguiendo finalmente sacarlo del río y ponerlo a salvo fuera del río, siendo atendido por los servicios sanitarios.
El hombre explicó a los agentes que llevaba días durmiendo en ese lugar, debajo del puente. Esa tarde, mientras descansaba, aseveró que se vio completamente rodeado de agua por la crecida y al tratar de escapar se cayó arrastrado por la corriente y consiguiendo sujetarse a un pilar del puente, aunque precisó que había perdido el equilibrio y golpeado en la cara.
La víctima le señaló a los agentes que llegaron en el momento justo en el que ya se encontraba muy débil. Finalmente, el hombre fue trasladado a las urgencias del Hospital Universitario de Burgos al objeto de valorar el traumatismo producido al golpearse con el pilar de puente y ante el riesgo de hipotermia.