La localidad burgalesa de Castrillo de Murcia acogió hoy su tradicional Fiesta del Colacho, donde un diablo vestido de amarillo y rojo saltó sobre los bebés nacidos este 2023 para purificarlos y alejar el mal de ellos. El vecino de Castrillo de Murcia, Mario González, hizo el papel de Colacho, y su hermano Jorge González, de Atabalero. Esta festividad, de Interés Turístico Regional reúne cada año a centenares de visitantes, deseosos de ver cómo el conocido como ‘salto de bebés’.

González afirmó que para él es un “orgullo” poder representar este año al Colacho, ya que es una tradición que ha visto desde muy pequeño. Asimismo, se mostró muy ilusionado de poder hacerlo junto a su hermano. “Es algo muy especial”, señaló a la vez que indicó que no tiene miedo al salto, pero sí “respeto”, por lo que supone esta tradición.

Sin embargo, los verdaderos protagonistas de esta fiesta son los más pequeños, aquellos bebés que, tumbados en colchones en la plaza del pueblo, esperan que el ‘Colacho’ por encima de ellos. La Cofradía del Santísimo Sacramento, fundada en 1621, es la encargada de celebrar cada domingo del Corpus una serie de actos que comienzan los días previos. Es el momento en el que 'El Atabalero' y 'El Colacho' se echan a las calles de Castrillo en una lucha entre el diablo y Cristo.

Los niños del pueblo y muchos vecinos intentan escapar del Colacho, que intenta interrumpir todos los actos que el pueblo organiza esos días para expresar su devoción eucarística. Procurará impedir la celebración de la Misa, imitando sarcásticamente al sacerdote, o se burlará del rito del atabal con ese instrumento burlesco de sonido estridente que son sus enormes tarrañuelas.

El domingo del Corpus las celebraciones comienzan a primera hora, las 8 de la mañana, cuando ‘El Colacho’ recorre las calles de Castrillo al son del tambor del Atabalero. Pero el momento más esperado tiene lugar por la tarde, cuando da comienzo la procesión y el conocido ‘Salto’.