El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, visita este jueves por la tarde la ciudad de Burgos en un momento dulce para su aspiración de lograr la Presidencia del Gobierno el próximo 23 de julio. Aupado por su victoria en el cara a cara contra Pedro Sánchez y por unas encuestas que cada vez le son más favorables, Feijóo se reencontrará con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, solo dos semanas después de verse en Salamanca en una situación mucho más complicada.
En aquel momento estaba candente la problemática del pacto con Vox en Extremadura, ya resuelta, aunque siguen en boga las dificultades para llegar a un acuerdo con la formación de Santiago Abascal en Murcia, región que parece abocada a la repetición electoral. El presidente del PP llegará a la capital burgalesa después de participar en la mañana de este jueves en el homenaje a Miguel Ángel Blanco en Ermua y será el encargado de clausurar un gran acto de campaña de los populares.
Por la tarde, a partir de las 19:30 horas, Feijóo cerrará un mitin en la Plaza Santa María de Burgos, un acto en el que también participarán el presidente de la Junta y del PPCyL, Alfonso Fernández Mañueco, y el número uno al Congreso por la provincia, Ángel Ibáñez. Un acto para sacar músculo en una de las comunidades que siempre han sido feudo y granero de votos del PP y que Feijóo confía en que no le falle en esta ocasión para darle una mayoría holgada tras las elecciones generales del 23 de julio.
El presidente del PP, reforzado por el resultado del debate y las encuestas, pedirá previsiblemente la concentración del voto en el PP para gobernar sin Vox, una idea en la que también ha insistido Mañueco en los últimos actos de campaña. Este mismo miércoles, desde la localidad vallisoletana de Íscar, el presidente de la Junta alertaba de los "excesos de confianza". "Dar por ganadas unas elecciones es la mejor forma de perderlas", afirmaba, sin poder ocultar el entusiasmo por una situación electoral más que favorable para los intereses de los populares.