Aranda de Duero se convertirá en pocos días en un lugar de fiesta, mucha fiesta, y música, mucha música. La 26º edición del Festival Sonorama Ribera ya está a la vuelta de la esquina y vendrá acompañada de la congregación de miles de jóvenes y no tan jóvenes entre los días 9 y 13 de agosto en el municipio burgalés. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recordado qué medidas y precauciones hay que tomar para evitar abusos y estafas vistos ya en festivales anteriores.
De esta manera, alertan de los cambios sustanciales en la programación y el cartel de los artistas previstos. Recuerdan que si el aviso no se ha llevado a cabo con la suficiente antelación el usuario podría pedir, además del reembolso del dinero de la entrada, una reclamación por daños y perjuicios.
Advierten también de los precios abusivos de reventa, llegando a multiplicar por tres o cuatro más dinero que los oficiales. Además, desde OCU se desaconseja este tipo de compra por el riesgo añadido de fraude. Entre los abusos que se cometen también están las comisiones abusivas para el reembolso del dinero cargado en las pulseras cashless o apps de pago para comprar alimentos o bebidas, siendo esta una práctica contraria a la normativa de consumo, que obliga a las empresas a aceptar siempre el efectivo como medio de pago.
En estos casos, OCU avisa de que el plazo de devolución es de sólo tres días, entre el 16 y 18 de agosto, y tiene una comisión de un euro. Otro de los puntos que remarcan es la insuficiente cantidad de puntos de agua potable gratuita y complementaria a la oferta comercial de la hostelería del festival, tal y como marca la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular del 9 de abril de 2022.
Además, aclaran que la Dirección de Consumo, en un informe de 2017, sí permite introducir alimentos si se están vendiendo en el interior del recinto, teniendo en cuenta además que la actividad principal del festival se supone que es artística y musical, no alimentaria.
En este sentido, desde OCU consideran que cualquier limitación sobre el derecho a introducir bebida y comida adquirida fuera del recinto es "abusiva" y que provoca que los precios además sean muy elevados. Asimismo, solicitan que si se prohíbe la entrada de comida, al menos se permita la salida temporal de los usuarios para consumir donde crean oportuno.