El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santiago, acompañado del director científico del Museo de la Evolución Humana y comisario de la exposición, Juan Luis Arsuaga, han presentado este viernes una exposición temporal ‘Un mamut en Burgos’, que se podrá ver hasta el próximo mes de junio en la segunda planta del Museo de la Evolución Humana situado en la capital, incluso a través de visitas didácticas gratuitas que se desarrollarán todos los días a las 13:00 y a las 19:00 horas, y con actividades lúdicas entre las que se incluyen talleres infantiles.
Además, para que los más pequeños puedan aprender sobre mamuts jugando, el MEH ha editado un folleto con diferentes juegos que los niños tendrán a su disposición en la propia exposición y en formato digital descargable en la web del MEH.
La iniciativa, puesta en marcha por la Junta de Castilla y León en colaboración con Fundación ‘La Caixa’, permite contemplar el esqueleto fosilizado de un mamut lanudo, un animal que apareció en la tierra hace unos cinco millones de años y al que se da por extinguido desde hace aproximadamente cuatro milenios.
Se trata de un ejemplar joven, de seis metros de largo y 3,5 metros de altura, que tiene entre 40.000 y 50.0000 años de antigüedad y que fue encontrado hace seis años en Siberia Occidental, concretamente en Tiumén.
Y es que, según apuntan desde la Junta, se trata de una exposición de incalculable valor, teniendo en cuenta que prácticamente todos los huesos son originales y del mismo ejemplar, y que, además, el animal cuenta con sus defensas completas.
Al esqueleto le acompaña una maqueta a escala reducida de un mamut realizada por el paleoartista Ramón López que ha sido cedida por el museo CosmoCaixa Barcelona.
Pero esto no esto. Los visitantes también tendrán oportunidad de observar pelo original de mamut siberiano, así como cuatro libros de gran relevancia dedicados a esta especie. También podrán conocer las principales diferencias y similitudes entre los mamuts y los elefantes, el contexto de la época de las glaciaciones y los cambios en la fauna que conllevaron, permitiendo que animales de clima frío vinieran a la Península Ibérica, llegando incluso hasta el sur de España, tal y como prueban los fósiles de mamut lanudo encontrados en yacimientos españoles que también se muestran en la exposición junto con paneles en los que se desarrollan brevemente las principales representaciones de mamut en el arte rupestre de la Península Ibérica, entre otros yacimientos y cuevas.
Los mamuts son conocidos como los reyes de la Edad de Hielo, y por ello, la muestra también se sumerge en el mundo de la última glaciación, explicando cómo eran aquellos paisajes glaciales del Pleistoceno que un día habitaron los mamuts junto con otras grandes especies adaptadas al clima frío como los rinocerontes lanudos o los renos. De este modo, quien lo visite también conocerá el bioma en el que se desarrollaba el mamut, así como la tundra y su extensión, que llegó desde el norte del continente al sur de Europa.
En la muestra también se pueden ver ejemplos de arte mueble, otra de las formas de arte que practicaron los artistas paleolíticos durante el paleolítico superior. El marfil de las defensas de los mamuts fue utilizado por los artistas paleolíticos para hacer espectaculares figurillas como la Dama de Brassempouy, cuya reproducción se puede ver en la planta primera del Museo.
Cabe destacar que la última especie de mamut que despareció fue el lanudo, del que se han encontrado restos muy bien conservados, y que los últimos ejemplares se extinguieron en Siberia por su aislamiento y varias enfermedades. Además, según apuntan los estudios genéticos, los parientes vivos más cercanos a este animal son los elefantes asiáticos.