La Policía Nacional de Burgos detuvo hace varios días a un hombre sobre el que recaía una requisitoria policial de la Comisaría de Miranda de Ebro por una denuncia presentada en su contra por un presunto delito de hurto. 

Los afectados, dos personas con problemas de movilidad, denunciaron al hombre en cuestión, el cual llevaba varios años residiendo en el domicilio de los perjudicados, ocupándose de su cuidado, ayuda y acompañamiento en las tareas diarias, a través de un familiar directo que detalló a los agentes lo ocurrido. 

Al parecer, estas personas guardaban dinero en efectivo en diferentes sobres que almacenaban en varias zonas de su casa y que destinaban a gastos cotidianos y al ahorro, bajo el conocimiento del hombre que les cuidaba, el cual sabía la costumbre de la pareja, así como la ubicación del dinero. 

El hecho de que el presunto autor del hurto no acudiese un día a su trabajo, ni tampoco atendiese a las llamadas de los denunciantes, estos descubrieron que su dinero había desaparecido. Y, teniendo en cuenta lo acontecido, inmediatamente sospecharon de él, pues, además, el mes anterior les pidió un adelanto de su sueldo porque, al parecer, tenía algún problema económico que solventar. 

Una vez formalizada la denuncia y después de que las gestiones para su localización resultaran infructuosas, desde la Comisaría de la Policía Nacional de Miranda de Ebro se formalizó una requisitoria policial sobre el presunto autor, el cual carecía de antecedentes policiales. 

Finalmente, este logró ser detenido hace varios días en un establecimiento de hostelería de Burgos, donde se le intervinieron 15.915 euros en efectivo guardados en dos sobres en los que figuraban inscripciones que los afectados reconocieron que era de su propiedad.