Alba Diéguez fue protagonista de todas las portadas de los medios de comunicación hace más de 20 años. Cuando solo tenía 9 y se fue junto a sus padres hasta Rusia para buscar un remedio para su parálisis cerebral. Sus padres comenzaron una campaña para que la sanidad pública de Galicia les echara una mano para pagar parte del tratamiento.
Años después, ya con 31 años, ha fallecido víctima de una neumonía este pasado sábado en Burgos, la ciudad donde juntos a sus padres se había trasladado a vivir hace ya mucho tiempo. Aquí también ha tenido lugar el velatorio y entierro que ha estado presidido por una foto de su hija con su perra y a la que ella se sentía unida.
Los padres de la joven, después de múltiples gestiones, lograron llevarla en varias ocasiones a Rusia para probar el tratamiento que necesitaba. Unos gastos que fueron sufragando con donaciones y muchas actividades solidarias.
Alba sufría una parálisis cerebral que le causó problemas de movimiento, el equilibrio y la postura. Su enfermedad le permitía asistir a clases con normalidad, pero le provocaba un grado de minusvalía física del 84%