La Policía Nacional de Burgos ha detenido a un hombre de más de 80 años por un presunto delito de quebrantamiento de condena. 

Este, residente en Tenerife, viajó hasta la ciudad con la intención de alojarse a poco más de 100 metros del domicilio en el que reside su expareja, pese a constarle una prohibición judicial de acercarse a menos de 500 metros de ella, con vigencia hasta el 2025. 

Lo hizo nada más salir de prisión, donde ha cumplido condena desde septiembre de 2022 por un delito de violencia de género hacia su expareja, cometido cuando ambos residían en Burgos. Ejerció sobre ella violencia y graves amenazas que, al parecer, hoy siguen generando "miedo y ansiedad" a la víctima. 

Así, después de que efectivos de la Policía Nacional adscritos a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) conociesen las intenciones del hombre de desplazarse a la capital burgalesa y alojarse en el citado hotel, establecieron un dispositivo policial que permitió su detención justo cuando se estaba registrando en el hotel. 

En ese momento, lejos de intentar disimular sus intenciones, verbalizó a los agentes que se había desplazado a Burgos para agredir a su expareja. 

Según revelan fuentes policiales, el detenido era plenamente consciente de la corta distancia que separa el hotel del domicilio de la víctima, así como de los lugares que esta frecuenta. 

Este ha pasado a disposición judicial, decretando la autoridad su ingreso en prisión preventiva.