Un hombre ha sido detenido en Burgos por un presunto delito de agresión sexual después de intentar abusar de una mujer a la que había ofrecido un trabajo para cuidar de sus hijos. Además, fruto de esta denuncia, los investigadores encontraron en este caso similitudes con el de otra víctima que busca un piso de alquiler y cuyo arrendatario le ofreció "una cita a solas para pasar un rato juntos".
La víctima que sufrió la supuesta agresión sexual, residente en Madrid, se desplazó hasta Burgos para entrevistarse con el detenido y firmar el contrato de trabajo que este le había ofrecido.
Este individuo había respondido a un anuncio de trabajo publicado en una conocida web, donde la mujer ofrecía sus servicios como empleada del hogar. Las condiciones del presunto contrato eran ventajosas y el detenido le comentó la necesidad de que acudiese a la capital burgalesa para hablar los detalles y proceder a firmarlo.
Una vez reunidos en Burgos y hablar de ello, el hombre se ofreció a llevarla en su vehículo a la estación de autobuses para que esta regresase a Madrid. En ese instante, cuando aún permanecían en el aparcamiento, sentados en el turismo, comenzó a insinuarle a la víctima que necesitaba cariño, pidiéndole un abrazo, al tiempo que que se abalanzó sobre ella realizándole tocamientos impropios mientras trataba de quitarle la roba.
Finalmente, la mujer logró zafarse del agresor y salir del coche, regresando a su domicilio en Madrid, donde presentó la denuncia por lo ocurrido. Desde que se iniciase la investigación, los agentes encontraron paralelismos con otro hecho denunciado por otra mujer, vecina de Burgos.
Ambos casos compartían mensajes insertados en la misma web. Una estaba buscando piso de alquiler en Burgos, mientras que la otra se ofrecía como empleada del hogar. Ambas recibieron un Whatsapp, teóricamente de una mujer que usó el mismo nombre de pila.
A una de ellas le comunicó que un vecino suyo alquilaba un piso y a la otra que un vecino estaba interesado en contratar a una persona que cuidara de sus hijos. Más tarde las mujeres recibían una llamada desde un número diferente en la que el hombre les invitaba a quedar con él para hablar de los detalles de los teóricos contratos.
En el caso de la víctima de Burgos, trató de aprovecharse de la necesidad que tenía la mujer de encontrar vivienda y se mostró colaborativo y amable, aunque a continuación le solicitó "una cita a solas para pasar un rato juntos" con el condicionante de que le rebajaría el precio del arrendamiento. A esto se negó la víctima y denunció los hechos en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional.
A raíz de las gestiones e investigaciones, lograron identificar y detener al presunto agresor, que vivía en Burgos.