"Lo fundamental es la ejecución segura de los trabajos para los trabajadores como para el entorno". Así de tajante se ha mostrado el director técnico del Proyecto de Desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, Óscar González Corral, en una entrevista con el boletín informativo 'En Garoña'.
González Corral, que cerrará un "ciclo profesional y personal" después de iniciar en esta planta su carrera allá por 1980, cuando todavía era un estudiante, ha apuntado los retos técnicos a los que se enfrenta con este macroproyecto. Así, ha señalado que hay "distintos tipos de retos".
Para él el primero es hacer los trabajos "dentro de un marco temporal con un presupuesto y hacerlo de forma segura". En lo que respecta al apartado técnico, explica que destacaría "tres cosas". La primera de ellas es la "situación singular", ya que han cogido la titularidad con "combustibles en piscinas", lo que les coloca en un "marco mucho más exigente desde el punto de vista de la seguridad".
Otro reto a abordar es la "dimensión del proyecto" y, por último, "el marco puramente de trabajo". "Lo que tenemos que hacer de forma inexcusable es implementar metodologías y técnicas nuevas de trabajo, de desmontaje, metodologías nuevas y eficaces de caracterización, de desclasificación y herramientas de gestión de materiales también actualizables", destaca.
Comenzó su periplo en el mundo nuclear hace más de 40 años en esta misma planta que Enresa ahora le confía la dirección técnica. Una confianza que la considera como un "privilegio". Su trayectoria profesional ha ido pasando por "todos los escalafones en protección radiológica y otras áreas", llevándole a experimentar "todas las fases del ciclo de vida" de una central nuclear.
Este contexto le ha dado la oportunidad de tener una "visión completa" del sector. Entre su bagaje está también su colaboración en otros proyectos de desmantelamiento con Enresa como el de las centrales de Zorita, Vandellos I y PIMIC.
Para González Corral también es importante la "concienciación sobre las responsabilidades individuales y organizativas en materia de Protección Radiológica y ALARA", lo que para él es la "mejor garantía" de cara a desarrollar un trabajo seguro en el desmantelamiento de la central nuclear.
Asimismo, ha destacado también que el director del proyecto, Manuel Ondaro, ha puesto un "esfuerzo muy especial" para que todo el equipo de trabajo entienda que el reto es común. "Independientemente de las responsabilidades particulares y específicas de cada servicio, el objetivo es funcionar como una orquesta cohesionada afinada, nada funciona si una de las piezas falla", recalca.