Así se llamaba nuestro ídolo de la infancia. O nuestro padre. O nuestro abuelo. También porque nos trae recuerdos de épocas bonitas. O simplemente nos gusta como nos suena. Escoger el nombre del bebé que se espera suele traer consigo un periodo de reflexión y debate en la pareja. A veces, fácil de solucionar, si es que más o menos coinciden en los gustos en este sentido. En otras ocasiones, es todo un desafío que puede incluso llegar a generar todo un cisma, por momentos, en la relación sentimental.

Pero lo que es indudablemente cierto, es que las tendencias de las familias españolas han cambiado por completo. Atrás quedaron ya los nombres compuestos. Echando la vista atrás, siempre según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre los nombres más comunes entre los nacidos, por ejemplo, en los años 50 en Burgos, estaban algunos como Francisco Javier o María Carmen. O José Luis y María Pilar.

Una tendencia que con el paso de los años se ha ido perdiendo y que a día de hoy ha evolucionado por completo. Una de las nuevas modas entre los progenitores de esta tercera década del siglo XXI está en acortar al máximo los nombres de nuestros hijos. Con la entrada de los años 2000, los compuestos perdieron su fama y llegaron los simples. Adrián y Lucía fueron los más comunes a comienzos de siglo.

También gustaban mucho Paula o Daniel. Sin duda alguna, un cambio de tendencia fehaciente en los gustos de los nuevos padres y madres. A día de hoy, como ya hemos mencionado, los nombres se van simplificando aún más. Aunque las primeras posiciones entre los más utilizados siguen apareciendo aquellos de cinco, seis o siete letras, lo cierto es que los más simplificados van ganando fuerza.

Por ejemplo, si nos fijamos en los de cuatro letras, entre los bebés recién nacidos en 2020 y 2021, según el INE, muchos se llaman Hugo, en el caso de los chicos, y Alba o Vega en el de las chicas. Simplicidad al máximo pero que todavía puede ir un punto más allá.

Y es que en Burgos hay dos nombres, uno de chico y otra de chica, de tan solo tres letras que están de moda. Ya ocupan puestos de arriba en estos ranking de datos del INE y podría decirse sin ningún género de duda que empiezan a convertirse en los favoritos de los padres y madres burgaleses.

Leo es el nombre que está de moda entre los niños recién nacidos de Burgos en estos últimos años. Ocupa el cuarto puesto entre los más utilizados en los últimos años, únicamente por detrás de Hugo, Mateo y Martín. Por cada 1.000 bebés que llegan al mundo en la ciudad castellana, algo más de 26 son llamados así.

Respecto a las niñas recién nacidas, es Noa el que más se utiliza que tenga únicamente tres letras. Es el sexto nombre más de moda entre las chicas de Burgos en los últimos años, hasta el punto que 15,3 de cada mil se llaman así, sólo por debajo de Vega, Alba, Julia, Paula y Lucía.

Queda patente que a medida que pasan los años, las tendencias en los nombres que damos a nuestros hijos e hijas ha cambiado por completo a las modas que existían cuando nuestros padres nacieron.