Los drones están de moda. Se pueden adquirir en casi cualquier lugar y su manejo, teoricamente, es relativamente sencillo, por lo que, alguno de ellos, no necesita ni carné para volarlos.

Pero la legislación al respecto es clara, ya que en el núcleo urbano volar este tipo de aeronaves no está permitido sin las pertinentes autorizaciones. Además, es preciso comunicar, con carácter previo, dicha actividad, los datos del aparato, la identidad del piloto y la zona concreta donde se pretende utilizar a la Autoridad competente.

Unos pasos que al dueño de un dron en Burgos se le olvidaron dar el pasado 7 de junio durante las celebraciones de la fiesta local del Curpillos. La unidad UAS de la Policía Nacional montó un dispositivo de cara a garantizar el orden público de los actos previstos, tanto durante en el Monasterio de las Huelgas como en la 'jira campestre', que tuvo lugar en el parque de La Quinta.

Allí, interrumpieron el vuelo del aparato, y verificaron las dos infracciones cometidas, por lo que el aparato no tripulado ha sido intervenido, mientras que su dueño ha sido propuesto para una sanción, que puede ir de entre los 60 hasta los 225.000 euros.