Varias denuncias en las últimas fechas hicieron saltar las alarmas en Las Merindades por parte de ganaderos de la zona, quienes alegaban una merma de cabezas ovinas en sus ganaderías por supuestos robos o hurtos.
La Guardia Civil, entonces, llevó a cabo una serie de inspecciones a explotaciones ganaderas ubicadas en la comarca del norte de la provincia burgalesa, de cara a verificar el censo de ganado, comprobar la documentación y supervisar el marcaje.
Cotejaron de igual manera, el comercio legal de corderos junto al Seprona, por lo que sospecharon de la existencia un mercado negro donde el precio de los animales, se llega a triplicar, lo que ha permitido paralizar el sacrificio ilegal de 56 corderos.
Por dichas irregularidades detectadas, se han confeccionado 8 actas denuncia por sacrificio de animales al aire libre sin autorización y 4 más a dos ganaderos por carecer de licencia, además de identificar a 30 ciudadanos de otra comunidad autónoma, que se trasladaban con intención de adquirir corderos.
En este dispositivo, se han localizado tres destacados puntos de venta clandestina de corderos, lugares donde, además, se había llevado a cabo la muerte de varios animales de manera ilegal, pues no eran mataderos autorizados.