Castilla y León tiene sus fortalezas, pero también sus debilidades, y una de ellas es el problema de despoblación que sufre desde hace años. Cada vez son más las personas, sobre todo jóvenes, que deciden abandonar el mundo rural para instalarse en las grandes ciudades, dado que en ellas lo tienen todo al alcance de su mano, fundamentalmente, más posibilidades académicas y laborales.
Esto está llevando a un gran número de municipios de la Comunidad a ir perdiendo más gente, así como a que la población castellana y leonesa se vea cada vez más envejecida.
No obstante, como en todo, aquí también hay excepciones y, tal y como ha constatado el consultor de comunicación Pablo Gracia, quien ha realizado una comparativa independiente tras analizar los datos de población recogidos por el INE de prácticamente todas las localidades de la Comunidad en 1998 y en 2023, hay algunas localidades de la región que en los últimos años han vivido el proceso contrario a la mayoría de los pueblos de Castilla y León, pues, no solo han mantenido sus habitantes, sino que, además, han ganado, y encima jóvenes.
Si bien, cabe destacar que esto suele darse en municipios próximos a las capitales de provincia o a pueblos grandes considerados ciudades.
En el caso de Burgos, la localidad que más población joven, de entre 0 y 35 años, ha ganado en los últimos 25 años ha sido Arcos de la Llana, una villa de 1.826 habitantes, según el censo de 2023, situada a unos 10 kilómetros de la capital burgalesa, que debe su nombre a los arcos de piedra por los que se entraba al pueblo antiguamente, cuando este se encontraba completamente amurallado, y que guarda un estrecho vínculo con la reina Juana 'La Loca' y el rey Fernando El Católico.
Desde 1998, en Arcos se ha registrado un aumento de 685 habitantes de entre 0 y 35 años, pasando de los 68 en dicho año a los 753 en 2023 en este rango de edad.
A este municipio le sigue Alfoz de Quintanadueñas, que ha pasado de los 294 a los 885 habitantes hasta los 35 años en el último cuarto de siglo, lo que supone un incremento de 591 personas.
Por detrás de esta se ubica Villagonzalo Pedernales. Esta, por su parte ha anotado un aumento de 409 habitantes menores de 35 años, dado que en 1998 figuraban 336 y en 2023, 745.
Las localidades burgalesas que más población joven han perdido
Atendiendo justamente al extremo contrario, es decir, a las localidades burgalesas que más población de entre 0 y 35 años han perdido desde 1998, cabe destacar que estas son, casualmente, las más pobladas.
En primer lugar, se halla la propia capital burgalesa, que ha registrado una pérdida de 16.211 habitantes del citado rango de edad, pasando de 73.951 jóvenes en 1998 a 57.740 en 2023.
En segundo lugar, se encuentra Miranda de Ebro, con 2.893 habitantes de hasta 35 años menos. Esta, en su caso, ha bajado de los 15.260 a los 11.367 en los últimos 25 años; mientras que el tercer puesto lo ocupa Aranda de Duero, que ha visto reducida su población joven en 2.693 personas, al pasar de las 14.103 en el 98 a las 11.410 en el año pasado.
En lo que respecta a la provincia, cabe destacar que, según los resultados obtenidos por el consultor Pablo Gracia, esta ha registrado un descenso de 32.466 habitantes de entre 0 y 35 años en el último cuarto de siglo, siendo el 86% de los municipios los que han perdido población de este rango de edad.
Una problemática más que evidente que, tal y como ha explicado el consultor, podría deberse a "la falta de oportunidades, derivada de "una política económica equivocada, consistente en extraer riqueza del sector productivo para gastarla en el improductivo". Algo que, según el experto, está frenando "el crecimiento y las expectativas de los jóvenes" en el medio rural, obligándoles "a emigrar y a no tener hijos".