Conocer el pasado es una de las obsesiones del ser humano, ya sea para descubrir cómo éramos o para no volver a cometer los mismos errores. En este caso, en el de la arqueología, se trata de profundizar en culturas sepultadas para saber, casi de primera mano, cuáles eran sus costumbres y cómo vivían, de cara a sacar a la luz nuevos conocimientos.
En Burgos, en Olmillos de Sasamón, se van a llevar a cabo, por octavo año, unas campañas arqueológicas, esta vez a los pies de la Colegiata de Santa María La Real, con el objeto de estudiar el poblamiento romano en la zona desde sus inicios en el siglo I a.C. hasta época tardoantigua.
Ampliar el conocimiento sobre la ciudad romana de Segisamo y sus posteriores fases medieval y moderna, será el foco de estos trabajos dirigidos por Jesús García Sánchez, del Instituto de Arqueología, Mérida-CSIC-Junta de Extremadura y José Manuel Costa-García, de la Universidad de Salamanca, quienes retoman la investigación arqueológica en la comarca segisamonense.
La campaña se desarrollará en dos espacios prioritarios, como son as inmediaciones de la colegiata en Sasamón y el yacimiento de Santa Olalla, en Olmillos de Sasamón. En 1970 se investigó por primera vez la zona, pero no fue hasta el año que viene que se indagó en la compleja historia de Sasamón, mediante el análisis de los restos todavía existentes en el subsuelo de la localidad.
Las excavaciones arqueológicas ampliarán el área de actuación durante la campaña de 2024 con el cometido de definir con precisión el momento de fundación de la ciudad romana, mediante georradar con el objetivo de identificar y estudiar restos arqueológicos sin necesidad de excavarlos.
Durante esta campaña se presentará asimismo el estudio de los restos óseos de varios individuos exhumados en pasadas intervenciones en el castro de Cerro de Castarreño. El estudio de estos individuos, fechados en los siglos VIII-VII a.C., permitirá comprender mejor a las primeras poblaciones que ocuparon los castros la comarca Odra-Pisuerga.