Pilar Álvarez y Luis Buzón, jefes de Endocrinología y Medicina Interna del Hospital Universitario de Burgos, respectivamente, han renunciado este miércoles, 17 de julio, a seguir haciéndose cargo de estos servicios asistenciales, como han confirmado fuentes sanitarias en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
“Son cuestiones internas y organizativas en el hospital y se está agilizando el proceso para cubrir sus bajas, cuanto antes”, han señalado fuentes del hospital burgalés en declaraciones a este periódico.
Según el Diario de Burgos, estas dimisiones se deberían a “discrepancias tras el último concurso de traslados y el proceso de consolidación de facultativos” que “encadenaban años de interinidad” porque “ha generado dificultades”.
Unas dimisiones que acaban con más de dos años de tranquilidad entre los altos mandos del complejo tras una cascada de despedidas a las que se sumaron los ceses que se vivieron entre comienzos del 2020 y finales del 2021.
Una situación que no es nueva y que no han aclarado los gerentes del HUBU. Se busca el porqué de que Burgos no tenga la capacidad de atracción con la que sí que cuentan otras provincias.
El último concurso de traslados, extraordinario por el elevado número de plazas convocadas en todas las categorías, no fue excepción: de las 201 plazas de enfermería ofertadas se solicitaron 19 y de las 116 médicas, hubo interés por 52. A esto hay que añadir que es frecuente que se produzcan renuncias y que quien elige plaza en un destino acabe solicitando una comisión de servicio para ejercer en el hospital del que procedía.