La sierra de Atapuerca concluye su cuadragésimo sexta campaña de excavaciones, y lo hace con nuevos y trascendentes hallazgos en esta auténtica fuente mundial de conocimiento de los orígenes del ser humano en que se ha convertido el yacimiento.
Y es que en esta campaña, los investigadores han vuelto a reencontrarse con la especie Homo antecessor, treinta años después del primer hallazgo, uno de los grandes anhelos de los tres codirectores del proyecto Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell.
En esta ocasión, han hallado varios fragmentos humanos, entre ellos una pieza dental, un incisivo, que pertenecería a una hembra joven de unos 25 años de edad. “Se trata de nuevo individuo que se suma a los que ya teníamos”, ha explicado Eudald Carbonell durante la rueda de prensa de presentación de resultados en la que también ha estado presente el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.
Destacan varios fragmentos de cráneo, un fragmento de maxilar, dos fragmentos de mandíbula, un diente incisivo, fragmentos de costilla y de vértebra, así como un huesecillo de la muñeca. Restos que según indicó Carbonell aparecen “muy fragmentados” y con restos o marcas de cortes, “consecuencia del canibalismo”.
En las excavaciones, que comenzaron el 18 de junio, han participado más de 300 investigadores de todo el mundo. “Atapuerca ha entrado otra vez, como en los años 90, en la secuencia principal. Hemos encontrado homínidos de todas las especies: antecessor, preneandertal y neandertal”, con estas palabras inició su intervención ante los medios el codirector de Atapuerca, Eudald Carbonell, que puso en valor los hallazgos de este 2024, especialmente lo logrado en el nivel TD6 de Gran Dolina, protagonista de esta campaña de excavaciones.
Pese a no ser el “festival de fósiles humanos” que los codirectores vaticinaron en la presentación de resultados de la campaña de 2023, Bermúdez de Castro destacó que en la parte superior de TD6 han aparecido restos de cropolitos (cacas fosilizadas de hiena), que permiten saber que este yacimiento de TD6, en la parte donde encontrarán humanos, “está intacto”. Estos resultados confirman la “buena conservación” de la unidad TD6 de Gran Dolina y auguran “excelentes campañas” en los próximos años.
Al hilo de esto, el propio Bermúdez de Castro se atrevió a hacer una nueva predicción, y afirmó que el futuro de este yacimiento será “increíble”, y augura la aparición de “un centenar de fósiles humanos para el año que viene”, algo que se puede repetir en años posteriores. Explicó así que se está excavando la mitad del yacimiento y ya han aparecido una “decena de restos”, por lo que cree que seguirán apareciendo más restos humanos en esta mitad durante “cinco o seis años”; y continuarán los hallazgos cuando se excave la otra mitad. “Durante diez o quince años van a seguir apareciendo restos de esta especie”, afirmó.
En relación al incisivo encontrado en esta campaña, el codirector indicó que se trata del “único diente” que ha aparecido este año, y cree que aparecerán más en años posteriores. Destacó así la importancia de este hallazgo, dado que los dientes son “decisivos” para conocer información sobre los individuos. Se trata de un incisivo de raíz muy corta, bastante gastado y “diferente a los encontrados hasta ahora”. Tras analizarlo han llegado a la conclusión de que no coincidía con ningún diente de los que hallados hasta ahora en este yacimiento.
Asimismo, durante esta campaña se avanzó en la excavación del que se creía el nivel TD4 de la Gran Dolina y, según avanzó la campaña, se confirmó que la unidad en la que se está excavando era en realidad TD3, un nivel descrito en los años 80 y 90 del siglo pasado. Esta unidad se dejó de utilizar durante las últimas dos décadas ya que se pensaba que tenía poca entidad, había sido agotada en las excavaciones antiguas, y no se apreciaba en los perfiles. Según indicaron desde el proyecto Atapuerca, se trata del primer nivel fértil de la secuencia estratigráfica de la Gran Dolina justo por debajo del llamado nivel TD4.2.
En él se han recuperado, principalmente, restos de los grandes mamíferos que vivieron en la sierra de Atapuerca hace casi un millón de años, y que reflejan la gran biodiversidad que había en ese momento. Se han encontrado caballos, rinocerontes, bisontes y varios tipos de cérvidos, así como restos de carnívoros, como pequeños félidos, cánidos, y osos.