Dani Arce logró este lunes la clasificación para la final de los 3.000 metros obstáculos en los Juegos Olímpicos de París. El atleta burgalés firmó una sensacional carrera en la primera ronda de la prueba disputada en el ‘Stade de France’ logrando ser cuarto y consiguiendo así una plaza en la gran final que se disputará el miércoles (21.40 horas).
Finalista en los últimos mundiales, Arce quería volver a repetir gesta y no quería sorpresas. Es por eso por lo que desde el inicio de la serie apostó por colocarse en cabeza demostrando un gran estado de forma. Es cierto que el ritmo fue cómodo en el inicio, primero liderado por el argelino Tabti y después por el propio atleta castellano que no quería que la carrera se ‘durmiese’.
Así, con la entrada del etíope Wale el ritmo aumentó y se comenzó a hacer un corte que dejaba a ocho atletas únicamente para pelear por las cinco plazas de finalista, con Arce siempre en el segundo puesto. El susto llegó en el penúltimo paso por la ría cuando el keniata Amos Serem que iba justo detrás del burgalés se saltaba el obstáculo sin que por suerte su acción (que primero le descalificaría y después le volvería a recalificar a pesar de acabar sexto) afectara a más atletas.
El actual campeón olímpico, Soufiane El Bakkali, atacó al paso por la última vuelta llevándose con él al ugandés Chemutai. Arce echó el resto intentando ir a por ellos, pasando por la contrameta en una cuarta plaza que lograría mantener hasta el final por detrás del atleta etíope y peleando la ‘photo finish’ con el tunecino Jaziri.
De esta forma, Dani Arce se clasifica para su primera final olímpica tras no poder conseguirlo en los Juegos de Tokio. En ella será el único atleta europeo, compartiendo pelea por las medallas con ocho africanos, dos asiáticos y un atleta estadounidense.
"Sé que puedo luchar por todo"
Más tarde de lo debido, ya que la presencia del rey de España Felipe VI en el ‘Stade de France’ así lo requería, Dani Arce pasaba por la zona mixta con una sonrisa en la boca agradeciendo al monarca “que valoren un deporte como el atletismo, para mí es un honor y ojalá que siga apoyándonos, la verdad es que no estoy muy acostumbrado y no sabía ni qué decir”.
No era para menos y es que el atleta burgalés había conseguido hace escasos minutos una plaza en la gran final de los 3.000 obstáculos en los Juegos Olímpicos de París tras una carrera sensacional en la que reconocía que el objetivo “era ir controlando". "Me he encontrado genial, me ha parecido hasta fácil, pero son unos Juegos y hay que apretar, sé que estoy en un buen estado de forma y que puedo luchar por todo, no tengo que tener miedo a nadie y voy a por ello”, reflexionó.
Y es que entre risas señalaba que de cara a esa gran cita del miércoles en la que se pondrán en juego las medallas “hay que creerse que soy uno más, que estoy entre los mejores del mundo, parece que por tener la camiseta de España somos peores y no es así, somos uno más y hay que ir a por todo, hay que salir a luchar con los mejores del mundo como uno de ellos, esa es la filosofía que voy a tener yo desde que me vaya a descansar”.
Así, lanzaba un aviso recordando que en el atletismo “seas quien seas tienes que venir aquí a demostrarlo, porque Bakkali fue campeón olímpico pero si lo quiere volver a ser tiene que ganar aquí, no vale el palmarés ni el respeto, porque si hay un tipo como yo en la pista va a salir a romperle desde el primer metro”.
De cara “a lo que de verdad importa” Arce reconocía haber “guardado todo lo posible”, señalando que “en el cambio de Bakkali a falta de 500 metros he preferido no ir y sabiendo que entraban cinco gastar menos e ir controlando sin forzar tanto”.
Mucha sangre fría para un atleta al que no le salieron las cosas en el Europeo de Roma tras un inoportuno resfriado que le impidió estar al cien por cien y que asegura: “Me sirve para hacerme más fuerte, la vida me ha dado muchos palos y siempre los he tomado de forma positiva, cuando volví de Roma me fui a Sierra Nevada, entrené muy fuerte y aquí estoy con la misma mentalidad, no me achanto, si son mejores que yo me tienen que ganar como siempre… o casi siempre”.