El burgalés Dani Arce roza el diploma olímpico en París: "Ser décimo en unos Juegos es algo que ni había soñado"

Con la punta de los dedos rozó el burgalés Dani Arce el diploma olímpico en la final de 3000 obstáculos de los Juegos Olímpicos de París.

Arce finalizó la prueba en décima posición a dos segundos de la octava plaza, que le hubiera otorgado ese premio. Una final en la que se corrió mucho desde los primeros compases merced al ritmo impuesto por el indio Sable. 

El burgalés estuvo casi toda la primera parte de la prueba en el vagón de cola, administrando sus fuerzas para la parte final, donde los favoritos empezaron a incrementar el ritmo.

La armada etíope puso una marcha más y empezaron a salir disparados de los obstáculos mientras Arce no se descolgaba hasta los últimos 500 metros, donde el marroquí El Bakkali, el estadounidense Kenneth Rooks, la gran sorpresa de la prueba y el keniata Abraham Kibiwot, cruzaron la meta en las tres primeras posiciones.

Mientras, Dani Arce lo hacía con una marca de 8:13.80 en una prueba donde fue de menos a más. Tras la prueba, el burgalés se mostraba satisfecho puesto que "una décima posición en unos Juegos Olímpicos es algo que nunca había soñado, vengo de quedar quinto en un Europeo y por poco casi igualo el resultado", afirmaba.

Reconocía que la carrera no había sido como él esperaba, aunque debía verlo con perspectiva y quiso sacarle jugo al resultado valorando haber sido el único europeo en la final, algo que también le ha llevado a ser "finalista en todos los grandes campeonatos además con una buena posición y quiero seguir soñando".