La Guardia Civil de Burgos y la Ertzaintza, en el marco de la Operación Susogreen, han detenido a cuatro personas que se dedicaban a instalar, gestionar y distribuir la producción procedente de cultivos indoor de marihuana. La plantación indoor se encontraba ubicada en una vivienda del Valle del Mena, mientras que el punto de venta ha sido localizado en una vivienda de Cantabria.
Dos de los arrestados, de 62 y 55 años, han sido localizados en Vizcaya, mientras que otros dos, de 44 y 27 años, en Cantabria. Se les acusa de pertenencia a un grupo criminal, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico.
El inicio de la investigación se remonta al pasado mes de febrero, cuando la Guardia Civil detectó la acción de este grupo de personas.
Durante el transcurso de la misma, los investigadores descubrieron que este caso también estaba siendo investigado por la Sección Central de Investigación Criminal de la Ertzaintza, por lo que, tras mantener varias reuniones de coordinación, se acordó establecer un Equipo Conjunto de Investigación, con el fin de desarrollar la labor investigadora de manera eficaz.
Así, tras intensas investigaciones y vigilancias discretas, se detectó la existencia de una importante plantación de una vivienda unifamiliar del Valle de Mena, a la que acudían con asiduidad tres de los detenidos.
Además, los agentes consiguieron obtener información de la empresa eléctrica que da servicio a la vivienda, en relación a la posible existencia de una defraudación de fluido eléctrico.
Tras ello, las pesquisas practicadas por ambos cuerpos de seguridad, permitieron vincular a los investigados con la plantación y también con una vivienda unifamiliar situada en Cantabria, que, al parecer, utilizaban como almacén y punto de distribución de la droga.
Del mismo modo, lograron localizar los domicilios de dos de los investigados en la provincia de Vizcaya.
Posteriormente, los agentes procedieron a la fase de explotación de la operación, la cual se realizó con un importante despliegue humano y de medios, llevándose a cabo de manera paralela en los dos domicilios.
En el de Burgos incautaron 362 plantas de cannabis, con un peso en verde de 38 kilos, además de transformadores eléctricos, lámparas halógenas y ventiladores; mientras que en el de Cantabria se requisaron dos kilos de cogollos en seco preparados para su venta, básculas de precisión y diversa documentación.
Por su parte, los detenidos fueron presentados en el Juzgado de Instrucción número 2 de Villarcayo, como presuntos autores de los delitos de grupo criminal, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico.