La Guardia Civil ha detenido, en el marco de una macro operación contra el cibercrimen, a 33 personas e investigado a otras 7 en las provincias de Alicante, Valencia, Murcia y Madrid, como presuntas autoras en distinto grado de participación de diversos delitos en el ámbito de la ciberdelincuencia, de daños informáticos, de blanqueo de capitales y de pertenencia a grupo criminal. Una operación que arrancó hace unos meses en Burgos.

Como resultado de la operación se ha conseguido bloquear varias cuentas bancarias y recuperar 133.500 euros, lo que supone un tercio del dinero total (400.000 euros) movido por los ciber estafadores.

Los afectados se reparten por toda España, aunque al menos 16 son vecinos de la provincia de Burgos. Los detenidos e investigados han sido puestos a disposición judicial.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de mayo, tras las denuncias presentadas por varias personas residentes en Burgos, donde manifestaban que habían sido ciber estafadas mediante distintas formas.

Continuando las investigaciones, los agentes lograron determinar la existencia de un grupo de personas implicadas en varios tipos de estafas, timos y engaños en varias provincias españolas.

Posteriormente, los agentes pudieron constatar que los implicados utilizaban diversas y complicas técnicas de estafas para intentar dificultar la labor policial.

Una de ellas, consistía en contactar con las víctimas a través de las redes sociales para ofrecerles cuantías económicas, que nunca recibían, a cambio de fotografías.

Para ello, previamente les solicitaban dinero. Otras de las técnicas era la del método Rommance Scam-, donde la víctima es engañada por una amistad “en directo” a través de video conferencia para conseguir dinero y/o ayudas en favor de ésta, bajo promesas sentimentales o bien suscitándole un sentimiento de lástima.

 Asimismo, se dedicaban a la venta fraudulenta de entradas a espectáculos publicitados en páginas web, vinculadas con el comercio de segunda mano o empleaban la estafa conocida como “hijo en apuros”, donde los estafadores se hacen pasar por el hijo de la víctima a la que solicitan una cantidad económica al encontrarse en problemas.