Un mismo individuo ha sido detenido hasta en dos ocasiones en un intervalo de cinco días, por la Policía Nacional de Burgos, como presunto autor de dos agresiones sexuales.
La detención se ha llevado a cabo por los agentes de la Unidad Especializada de Atención a la Familia y Mujer (UFAM).
En la primera acusación, ocurrida varias semanas atrás, el detenido abordó a una joven menor de edad sobre las 18:00 horas.
Tras varias preguntas superficiales, la siguió a pie a lo largo de 200 metros, ignorando las peticiones de la chica para que la dejara en paz.
Según fuentes policiales, en un momento dado, este hombre cogió del pelo y del cuello a la joven e introdujo su mano dentro del pantalón, llegando a tocarle el culo.
La chica trató de buscar ayuda en un establecimiento de restauración situado en la avenida Cantabria, con ese pretexto el hombre aprovechó para tratar de escapar.
Sin embargo, la joven pudo hacerle una fotografía a su agresor durante el ataque, lo que fue determinante para la identificación y reconocimiento posterior en la sede de la policía. Una vez detenido fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial.
Pero, sólo cinco días después, una policía adscrita a la propia Unidad Especializada se encontraba en libre de servicio cuando detectó la presencia de este individuo en los alrededores de la plaza España.
Avisó a sus compañeros para que efectuaran un seguimiento de forma discreta del hombre.
Y, escasos minutos más tarde, una empleada de uno de los establecimientos comerciales cercanos llamó al teléfono 091, para alertar de que un varón le acaba de agredir sexualmente.
Se abalanzó sobre ella para tocarle los pechos, pero pudo zafarse de él y cuando llamó el hombre ya no se encontraba en la tienda.
Con todos estos datos tanto de la descripción física como de la vestimenta aportados por parte de la víctima, los agentes pudieron identificar y detener al individuo en las inmediaciones de la plaza Mayor.
En el registro y cacheo previo a la detención del hombre, le fue localizado y, posteriormente, intervenido un cuchillo de cocina de 10 centímetros que ocultaba en su chaqueta.