El vino es una de las sobremesas que más se disfrutan como acompañamiento en una comida. La variedad de estos caldos permite que los aficionados a esta bebida lo deleiten pendientes de su aroma.
No es de extrañar que Castilla y León cuente con unos vinos exquisitos, pues sus viñedos proporcionan unos vinos de gran calidad y competencia en el mercado.
Concretamente en Burgos, se comenzó a producir en pequeñas cantidades entre el año 2011 y el 2012 este vino, a modo experimental, llegando a ser uno de los más selectos en toda la Comunidad.
Se trata del vino Canta la Perdiz, que cuenta con 98 puntos en la famosa lista Parker (sobre 100). Cuando comenzó a crearse, perseguía un objetivo, desde la bodega familiar Dominio del Águila querían comprender en profundidad su propio viñedo.
De esta manera, en el 2013, salieron al mercado sus primeras 1.200 botellas. Este vino lleva por nombre el del viñedo viejo de donde nace, que se encuentra en la localidad de La Aguilera, a unos 900 metros de altitud.
Cada cepa de la que se recoge la uva para su elaboración tiene más de un siglo de historia, las primeras se plantaron en 1900 y el resto, unas décadas después, antes de que llegara la plaga de la filoxera.
Así, lo que hace especial a este vino, no sólo es la posición de sus viñedos, orientados al sur, también la variedad de sus uvas.
Por un lado, las viñas reposan encima de un suelo laminado, que recuerda a la pizarra, lo que hace que las raíces profundicen en busca de un sustento profundo, aportando una complejidad y elegancia.
Respecto a la variedad de sus uvas, son tan diversas como sus colores, bruñal, albillo, bobal, cariñera… Los racimos fermentan enteros y juntos, y si alguna variedad no madura lo suficiente se descartan del corte.
De esta manera, el vino envejece de una forma pausada, en una cueva fría y al abrigo del roble. Por ello, Canta la Perdiz es preciso, armónico y cristalino.
Tiene un aroma exótico, que combina recuerdos de tiza y nuez moscada con tiernos pétalos de flor. Tiene una intensa mineralidad que lo convierte en un vino de los más particulares de la Ribera del Duero.
Rozando casi esa perfección que le ha dotado de un puesto tan alto en la lista Parker, también es un vino selecto, con un precio elevado para algunos bolsillos. Este caldo puede adquirirse por un precio de 359,10 euros.
De dónde sale
El vino Canta la Perdiz es uno de los caldos más selectos de la bodega familiar Dominio del Águila, cuya sede se encuentra en La Aguilera, un pequeño pueblecito de la Ribera del Duero y cuyos responsables son la pareja formada por Jorge Monzón e Isabel Rodero.
Su bodega corresponde a la “Denominación de Origen Ribera del Duero" y se halla en el "Consejo Ecológico de Castilla y León".
Entre sus mayores activos, están sus viñedos, como no podía ser de otra manera. Cuentan con hasta 30 hectáreas de viñas ‘muy viejas’, en las que su mayoría son de agricultura ecológica. Además, otras cinco hectáreas ‘relativamente jóvenes’, es decir, con menos de 50 años.
En esta bodega la uva tempranillo es la protagonista y convive amistosamente con variedades como bobal, blanca del país, albillo o tempranillo gris, entre otras.
Además, buscan rehabilitar poco a poco un lagar tradicional datado del siglo XVII, al que se suman otras galerías subterráneas del siglo XV.
Elaboración
Todos los vinos están elaborados sin despalillar y pisados en el lagar como antiguamente.
La fermentación maloláctica la realizan en cubillos de roble de la más alta calidad y el envejecimiento en las galerías subterráneas. Actualmente hay cerca de 250 cubillos de roble.