Publicada
Actualizada

30 reclusos participan en la rehabilitación del monasterio de Rioseco, ubicado en las inmediaciones de la localidad burgalesa de Villarcayo.

Este martes y miércoles, internos de todos los centros penitenciarios de Castilla y León, es decir, de las cárceles de Burgos, León, Soria, Segovia, Valladolid, Salamanca y Zamora, se unen a vecinos y voluntarios del Valle de Manzanedo (Burgos) a través de una salida "terapéutica" impulsada por Cáritas Castilla y León. 

En esta están también presentes funcionarios y técnicos de diferentes cárceles, así como técnicos y voluntarios de las Cáritas Diocesanas de la región. 

Fue el pasado martes, 29 de octubre, cuando el grupo llegó a la localidad de Molinos de Butrera. Allí se instalaron y tras ello conocieron la actividad de la fundación Monasterio Santa María de Rioseco. 

Por la tarde y en la mañana de este miércoles, han realizado tareas de reconstrucción, siguiendo las indicaciones de los técnicos que la supervisan. 

Además, durante estos días los reclusos también han podido asistir a una charla de reconstrucción personal que ha incluido una conexión online con el conferenciante Víctor Küppers, a una velada de oración y relajación, a una visita guiada por el monasterio y, en las próximas horas, a una comida de convivencia. 

Y es que la fundación Monasterio Santa María de Rioseco lleva más de una década recuperando una construcción que data del siglo XII y que se encontraba en ruinas desde finales del XIX. 

Se trata, por tanto, de una iniciativa que parte de los programas penitenciarios promovidos por la asociación, la cual organiza este tipo de salidas con el objetivo de que los internos "conozcan la realidad cultural del entorno, ahonden en sus habilidades sociales y colaboren con proyectos de tipo social". 

También que convivan con vecinos de la zona a la que son trasladados, contribuyendo así a "acabar con los prejuicios acerca de las personas privadas de libertad".  

Ya en 2023, Cáritas Castilla y León organizó una actividad de este tipo para presos. En aquella ocasión, un grupo de internos de distintos centros penitenciarios de la región intervinieron en la sierra de La Culebra, después del devastador incendio que esta sufrió.