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El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, asegura que el Arzobispado llevará a cabo una auditoría forense sobre los bienes del Monasterio de Santa Clara en Belorado “de, al menos, los últimos cinco años”.

Será una vez que puedan acceder al edificio tras el desahucio de las exclarisas, decretado por la autoridad judicial: “Cada uno tendrá que asumir la responsabilidad que le corresponda”.

Así lo afirmó el arzobispo en una entrevista concedida al Diario de Burgos, recogida por Ical, en la que también señala que la prioridad, una vez que tengan acceso al monasterio, es la salud de las monjas mayores “por su vulnerabilidad”. “Llevan seis meses sin recibir la atención religiosa que las asiste”, recordó.

Asimismo, sobre las exclarisas, afirmó que, aunque decidan salir del edificio “voluntariamente, también tendrán que salir físicamente de las dependencias de la Iglesia católica”.

“No entienden que no pueden llevarse el Monasterio con ellas”, clarificó Iceta, advirtiendo que “un capítulo no tiene potestad, en absoluto, para cambiar de régimen jurídico un monasterio”, ya que es un lugar en el que “sigue rigiendo el Derecho Canónico”. 

En todo caso, en la entrevista, Iceta sigue mostrando su “perplejidad” por todo lo sucedido en Belorado.

Una situación que calificó como “dolorosa” y que le genera “pena por el punto al que se ha llegado”, con una demanda de desahucio en curso porque “si alguien se mantiene al margen de la Iglesia católica”, como asegura que sucede con las exclarisas de Belorado, “lo lógico es que no esté en un inmueble de la Iglesia católica”.

En todo caso, asegura Iceta que por su parte “no hay animadversión ni juicio interior de las exreligiosas”, recuerda que “jamás hemos entrado en descalificaciones” y que en el Arzobispado de Burgos no se mueven “por la imagen”, sino por actuar “rectamente”. 

No obstante, reconoce que la posibilidad de que la Guardia Civil tenga que entrar en el Monasterio a ejecutar el desahucio es “una imagen esperpéntica e inédita en la Historia de España”, por lo que manifestó su esperanza en que se “cumpla la palabra” de la exabadesa que “dijo que abandonaría el Monasterio cuando un juzgado así lo dictara”.