La verdad es que charlar con Juan Carlos Higuero (Aranda de Duero, 3 de agosto de 1978) es un placer. Un recordar una concatenación de momentos épicos protagonizados por el atleta de Aranda de Duero que brillaba y triunfaba, además de por su calidad, por su tesón y pundonor.
Anunció su retirada del atletismo profesional en el año 2017. En el Consejo Superior de Deportes. Acudió en chándal. Todo, tras haber sido once veces campeón de España de 1.500, también campeón de Europa en 2007 y medalla de bronce en el Campeonato del Mundo que se celebró en Valencia, en pista cubierta en el 2008.
Además, consiguió un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Ha competido en un total de tres olimpiadas a lo largo de su exitosa carrera.
Un hombre que, a sus 46 años, no para. “No me gusta nada estar en casa”, confiesa en esta entrevista a EL ESPAÑOL de Castilla y León. Sigue organizando eventos deportivos, centrados en el atletismo, comentando pruebas, y disfrutando con sus amigos.
Con estos últimos también vive momentos para el recuerdo con las chuletillas y el buen vino como protagonista. Lo hace en su ciudad natal: Aranda de Duero. Un bello municipio burgalés en plena Ribera del Duero.
Su infancia
“Me resulta muy complicado definirme. Soy una persona que tiene unos valores muy sólidos que me han llevado a, sobre todo en el mundo del atletismo, alcanzar unos objetivos que tenía marcados”, asegura el burgalés.
Tras nacer en el Hospital Menfis, que ahora no existe en Aranda de Duero, recuerda su infancia con gran nostalgia. Sobre todo, haciendo actividades al aire libre, acudiendo a la boleta o a patinar. Jugaba también a fútbol sala y pescaba con sus amigos en el conocido municipio castellano y leonés.
“También jugaba mucho al futbolín. Ganaba, junto a Julián Gil, muchos campeonatos. Recuerdo uno que comenzó con retraso y acabó a las 3 de la mañana. Yo estaba nervioso porque al día siguiente competía en el Cross de Soria, en categoría Junior Sub-20, y gané la prueba”, nos explica.
La primera cita que conquistó fue cuando era alevín. Con solo 10 años. Acompañó a su hermano José Félix, también un apasionado del atletismo, al Cross de la Constitución de Aranda de Duero. Le animó a participar y se impuso.
Un atleta de fantasía ya por aquel entonces, aunque le quedaban muchas pruebas por conquistar.
Un ganador nato
“Comencé a competir, como profesional, en un Campeonato de España Junior en el que conseguí el triunfo. Ahí empiezas a conocer el mejor sabor del atletismo, con atletas de otras comunidades. Fue en los 5.000 metros lisos y en el año 1997. Con 20 años acudo a Madrid a la Residencia de Atletas y todo se profesionaliza”, apunta.
También fue bronce en el Campeonato de Europa Junior y, a diferencia de otros atletas, que comienzan por distancias cortas para ampliar a más largas, Juan Carlos Higuero pasa del 5.000 al 1.500 para hacer historia.
“He sido once veces campeón de España de 1.500. Campeón de Europa. Tres veces subcampeón de Europa y bronce en un Campeonato del Mundo. Además, cuarto en los Juegos Olímpicos de Pekín en el año 2008”, añade nuestro protagonista.
Recuerda, con especial emoción, el 2 de septiembre del año 2000. Todo, cuando se convierte en campeón de España del 1.500 ganando a atletas de la talla de Fermín Cacho y Reyes Estévez, lo que le da el pase a los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.
Ha competido en tres juegos Olímpicos: Sídney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008 en sus 30 años en activo, 20 como profesional. Casi nada.
Su retirada y cambio de vida
“Me retiré en el año 2017. Me dio un poco de pena, pero era el momento. Tenía que marcharme. Recuerdo que dije adiós en el Consejo Superior de Deportes. Rompí el protocolo de ir bien vestido porque acudí con chándal, pero fue un día único rodeado de mi familia y mis amigos”, explica.
Lejos de disfrutar del descanso, del sosiego, de la paz que aporta un municipio como es Aranda de Duero, Higuero no para. Su prioridad sigue siendo el atletismo y, ahora, la comunicación. Pone voz, colabora, y retrasmite pruebas relacionadas con el mundo del deporte, fundamentalmente con el atletismo, en radio y televisión.
“Mi prioridad sigue siendo el atletismo las 24 horas del día. Ver pruebas y acudir a los lugares en los que se me solicita para comentar y conocer las bondades de cada ciudad. Me fascina viajar. Hay gente que disfruta en casa, yo no. Yo lo hago micro en mano y viviendo el atletismo”, asegura el arandino.
Resulta sencillo escucharle en Teledeporte o verle, como speaker, en las pruebas que se disputan en su tierra. Un apasionado de esto.
Vivir en Aranda de Duero
“Vivir en Aranda de Duero es una maravilla. Aquí tengo de todo. A mí familia, a mis amigos, mis raíces y disfruto de la naturaleza. Puedo ir a cualquier lado sin necesitar el coche. Eso te da una gran calidad de vida. Es sencillo y cómodo”, apunta.
Nuestro entrevistado destaca los vinos y el lechazo del lugar. Apunta que, en apenas 30-40 kilómetros, nos podemos encontrar con un total de 100 bodegas. Ensalza, sobre todo, las subterráneas con las que cuenta Aranda de Duero.
“Aquí lo típico es ir a un merendero y disfrutar comiendo unas chuletillas de lechazo. Yo lo hago con mis amigos. Morcilla, chorizo, chuletillas y lechazo, todo a la lumbre del sarmiento. Una gozada”, explica convencido.
Sobre su futuro apunta que le “encantaría” seguir vinculado al mundo del atletismo “hasta que le abandonen las fuerzas” y espera continuar colaborando dentro de la comunicación y comentando pruebas de atletismo.
Esa es la vida y la pasión de un auténtico campeón como es Juan Carlos Higuero.