El primer hemisferio de la sesión judicial de hoy en la Audiencia Provincial de León ha estado protagonizado por el relato de los peritos médicos propuestos por la defensa del asesino confeso de Denise Pikka, la peregrina estadounidense que falleció en abril del 2015 en Castrillo de los Polvazares, un suceso que según el testimonio de los especialistas "no se puede considerar una muerte homicida", debido a la falta de la data exacta y al desconocimiento del instrumento utilizado.

Un instrumento al que han aludido en su interrogatorio, donde han explicado que la fractura presente en el cráneo de la peregrina presentaba una fractura en tela de araña que podría ser "compatible con una caída al vacío", ya que un golpe propiciado por un objeto contundente tiende provocar una "fractura lineal".

En su testimonio, los peritos han tratado de echar por tierra el informe oficial realizado por las perito forenses que llevaron a cabo la autopsia del cadáver de Denise Pikka, al poner ahora en duda la causa de la muerte, que "podría deberse a una caída o a un golpe" cuyas lesiones "no es posible determinar si fueron realizadas en vida".

Sin embargo, se han mostrado coincidentes con las forenses al afirmar que "parece que rigor que las manos fueron seccionadas con un objeto filoso para imposibilitar la identificación del cadáver".