Joaquín Llamas y Juan Carlos Fernández, investigados en el marco de la Operación Enredadera, se han despedido este miércoles en la celebración del pleno de la Diputación de León.

En concreto, Llamas ha anunciado su renuncia para volver a incorporarse a su puesto como funcionario en la Diputación de León después de ceder la Alcaldía de Villarejo de Órbigo en favor de un pacto entre el PP y el PSOE.

Precisamente, hace unas semanas la formación socialista le había expulsado del partido y el propio Joaquín Llamas ha reconocido que se encontraba "castigado en el rincón" tras estar investigado por la Operación Enredadera.

Llamas, apoyado por un buen número de personas, ha reivindicado su "esfuerzo" por la provincia y por el Partido Judicial de Astorga y ha lamentado haber tenido que formar siempre parte de la oposición dentro de la Corporación provincial.

En este sentido, ha criticado "el acoso y derribo sufrido" durante este tiempo y que ha ejemplificado en "pactos imposibles" entre el PSOE y el PP para dejarle fuera de la Alcaldía de su municipio.

En esta línea se ha referido el exdiputado de Ciudadanos, Juan Carlos Fernández, que también fue expulsado de la formación naranja tras estar investigado por la Operación Enredadera.

Fernández ha considerado que el PP ha cerrado el mandato "con los deberes medio hechos", aunque ha reconocido que todavía quedan "muchos desafíos pendientes" de cara a las próximas legislaturas.

El diputado ha asegurado que dice adiós "con satisfacción y honor" de haber podido aportar a la provincia y se ha disculpado de los errores "fruto de la inexperiencia y la pasión" que haya podido cometer durante este tiempo.

En la sesión plenaria el leonesista Matías Llorente ha aprovechado para "apremiar" a la Corporación provincial para que se ponga "manos a la obra" en todo lo que concierne a las juntas vecinales de la provincia.