En estos tiempos que tanto se habla de darle vida a la España Vaciada, y más cuando son los jóvenes los que regresan a los pueblos para montar sus negocios, parece que algunos dirigentes locales aún no han comprendido la situación y viven inmersos en sus filias y fobias vecinales.
Es el caso de la Junta Vecinal de Pombriego (Benuza, León), sita en La Cabrera dentro de la comarca del Bierzo, donde se ha asentado con un rebaño de 100 cabras un joven local de 23 años, que vive su ganadería en extensivo. Edilberto Rodríguez montó su ganadería hace 3 años, “con mucho amor, dedicación e inversión”, porque asegura, “me gusta esta vida en el campo”. Por entonces, firmó un contrato de alquiler de una nave a un particular por cinco años –lleva cumplidos tres-. Este propietario murió y Edilberto siguió con su contrato, que vence en dos años, con el visto bueno de los herederos.
Cuál no sería la sorpresa del joven cabrero que, ya el año pasado la Junta Vecinal le quiso cobrar 1.540 euros, desglosados en 540 por los pastos y 1.000 euros por alquiler de esa nave privada, para concederle los pastos por todo el año. Dice que los 540 euros “los pagaría gustoso a Pombriego y que es lo que dictamina la Junta de Castilla y León”. Pero “no los 1.000 euros por la nave que es de una familia privada”. Por esta circunstancia, la Junta Vecinal no le concedió los pastos el pasado año y, por segundo año, tampoco se los conceden este año al negarse a pagar una cantidad que no corresponde a la legalidad. Además, “tengo solo 100 cabras”, apunta el joven cabrero.
Y aquí es donde aparecen las fobias y filias y cuestiones que, quizás, tengan que ver con asuntos políticos. Ya que la actual Junta Vecinal pertenece al PSOE, mientras que su padre, ya jubilado, que antes estaba con los socialistas, decidió presentarse en estas pasadas elecciones con las listas del PP. De lo contrario no se comprende la tozudez del actual presidente de la Junta Vecinal cuando según asesores jurídicos “no se ajusta a derecho y vulnera la legalidad, teniendo en cuenta, además, que los vecinos no han votado en ningún momento esa subida del alquiler de los pastos”.
Agradecido a los vecinos
El joven cabrero Edilberto Rodríguez no quiere, según declara a NOTICIASCYL, dejar de “dar las gracias a los vecinos de Pombriego, con los que tengo una buena relación, y por ese “injusto acuerdo de la Junta Vecinal me he visto obligado a tener que arrendar el monte en otra aldea y en Pombriego recurrir al pasto en las fincas particulares de los vecinos”.
Asegura Edilberto que su intención es llegar a tener 250 cabras “porque con 100 no se come” y construir una nave propia, “que lleva esperando casi un año la decisión del Ayuntamiento de Benuza”, también del PSOE, donde pertenecen al equipo de Gobierno algún miembro de la Junta Vecinal de Pombriego y la funcionaria administrativa de ambos lugares, porque “ya entregué el proyecto, pero siempre me dicen que ya estamos en ello, pero sigo esperando”. El alcalde de Benuza indica a NOTICIASCYL que "estamos pendientes de la decisión de la Comisión Provincial de Urbanismo de su aprobación", que depende de la Junta de Castilla y León. Una nave, por cierto, que le sirva para dar cobijo a las cabras en invierno, porque en primavera, verano y otoño lo hacen en la montaña, en los pastos alquilados.
Alguien con sensatez en León, dentro del PSOE, debe tomar cartas en el asunto y evitar “esta tropelía”, aseguran algunos vecinos consultados, porque “así no se logra asentar población y menos jóvenes en los pueblos”.