La Policía Local de León denuncia a 20 conductores por distracciones al volante
La Policía Local del Ayuntamiento de León ha controlado a un total de 1.220 vehículos en la campaña de vigilancia y control de distracciones al volante que tuvo lugar del 14 y 20 de septiembre, en colaboración con la Dirección General de Tráfico.
De los vehículos supervisados, unos 20 fueron denunciados, de los cuales 16 por uso del teléfono móvil, dos pos por utilización de cascos conectados a aparatos de sonido distintosa teléfonos móviles, una por manipulación de pantalla de acceso a internet y otra sanción por diversas infracciones que provocan la distracción de la conducción.
La campaña ha tenido como objetivo disuadir a los conductores de usar el teléfono móvil al volante, comprender que como peatones en ocasiones se va utilizando el móvil ajeno a los riesgos y desconectar el móvil mientras se conduce.
Y es que el uso del móvil junto a fumar, la velocidad, la utilización de navegadores, el sueño y la fatiga, el estrés, la edad avanzada o consumo de alcohol son los factores que más distracciones provocan al volante.
En el año 2019, la distracción aparece como factor concurrente en un 28% de los accidentes con víctimas mortales, cuya causa fue una distracción al volante, principalmente por el uso indebido de teléfonos móviles, navegadores GPS u otros dispositivos. Por ejemplo, el uso del teléfono móvil multiplica por cuatro el riesgo de accidente, equiparándolo al de hacerlo bajo los efectos del alcohol.
Hay que recordar que los teléfonos con sistema de manos libres, los únicos permitidos, son menos peligrosos que los otros, aunque no disminuyen todos los riesgos: distracción, señales que no se ven, mayor tiempo de reacción y maniobras sin señalizar entre otras.
Según diferentes estudios, tras un minuto y medio de hablar con el móvil, incluso con manos libres, el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda. Igualmente, las estadísticas constatan que la peligrosidad por un uso inadecuado puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.