La Policía Local de San Andrés del Rabanedo (León) y la Nacional de la comisaría del municipio trabajan coordinados con cuatro patrullas aisladas en el caso de los primeros y tres por turno en el caso de los segundos, para garantizar el cumplimiento de las restricciones aplicadas por la Junta de Castilla y León ante la incidencia del COVID-19.
La Policía Local ciñe sus controles al cumplimiento de la nueva normativa en los establecimientos y en informar a por de calle a los peatones. Para ello, han establecido cuatro grupos de trabajo aislados, compuestos por ocho, nueve y diez agentes, para que en el caso de que haya un contagio se minimicen los efectos.
En cuanto a la Policía Nacional con comisaría en el municipio, se está encargando de los controles perimetrales de las entradas y salidas de vehículos, con entre tres y cuatro controles por cada turno de ocho horas, en los que participan dos o tres patrullas, siempre que no haya una salida de emergencia. Para ello, han desarrollado controles, sin ninguna incidencia según fuentes municipales, en la carretera de Carbajal, las salidas hacia Ferral y Montejos y en la zona de la Atalaya.