La Denominación de Origen (DO) de los Vinos del Bierzo cerró la campaña de vendimia de este año con una producción total de 11,4 millones de kilos de uva controlada por el Consejo Regulador, un 14,75 por ciento menor respecto a la cosecha del año pasado. Tomando como referencia las cinco últimas cosechas, los datos de la vendimia de 2020 la sitúan cerca de un diez por ciento por debajo de la media. Durante los casi dos meses de vendimia, el Consejo Regulador no registró ningún caso de COVID-19 entre los jornaleros o bodegueros.
Con una campaña que comenzó el día 24 de agosto y cerró su última entrada de uva registrada el pasado viernes, la vendimia de 2020 se llevó a cabo en unas condiciones climatológicas “muy buenas” en las más de 2.300 hectáreas inscritas en la DO, según el departamento técnico del Consejo Regulador. “Los viticultores y bodegueros han ido vendimiando a medida que la uva iba madurando y se ha obtenido una calidad excepcional con un estado sanitario excelente”, destacaron las mismas fuentes.
En ese sentido, la uva presenta unos parámetros de pH y acidez muy buenos, lo que producirá vinos “equilibrados, afrutados, de un marcado carácter varietal y una buena evolución a lo largo del tiempo”, según el Consejo. Del total de kilos vendimiados, más de 10,8 millones, casi un 95 por ciento del total, se destinará a la elaboración de vinos con el sello de calidad.
Entre las 72 bodegas controladas por el Consejo recogieron más de 8,5 millones de kilos de uva de la variedad Mencía, la principal en la comarca en lo que a tinto se refiere y la responsable de casi el 75 por ciento de la cosecha. La siguiente en importancia es la variedad blanca Godello, con casi 1,5 millones de kilos. Las variedades Jerez (505.000 kilos), Doña Blanca (205.000 kilos), Garnacha Tintorera (46.000 kilos) y Malvasía (7.500 kilos) mantienen su presencia testimonial.
Además, esta vendimia es la primera cosecha con las nuevas variedades reconocidas, Estaladiña y Merenzao, tras la aprobación del nuevo pliego de condiciones y del nuevo reglamento ya vigentes. Cada una de ellas registró una producción de 440 kilos. También se va a elaborar por primera vez el tradicional clarete bajo el sello de calidad de la DO Bierzo. Además, tres de los diez nuevos municipios reconocidos en el nuevo pliego como zonas productoras se incorporaron a la vendimia. Se trata de Sobrado, Torre del Bierzo y Toreno.
Climatología
En cuanto a la climatología, la campaña estuvo marcada por un invierno y primavera lluviosos, con temperaturas suaves y una brotación que arrancó a finales de marzo, gracias a la disponibilidad de agua que había en el suelo. La floración este año comenzó en las zonas más tempranas la semana del 25 de mayo y se desarrolló hasta la semana del 8 de junio en las zonas más retrasadas, lo que supuso un adelanto de aproximadamente 10 días con respecto a la campaña pasada.
Durante los meses de junio y julio hubo tormentas esporádicas, algunas con presencia de piedra, así como algún foco de mildiu en racimo, sin mayores consecuencias, apuntaron fuentes del Consejo Regulador. Lo más destacable fueron las elevadas temperaturas que se produjeron durante el verano. El inicio del envero se produjo en la semana entre el 14 y el 21 de julio, más o menos con 15 días de adelanto con respecto a la campaña pasada.