La Plaza de Botines de la capital leonesa acogió en la mañana de este sábado una nueva acción de Amnistía Internacional, esta vez para denunciar la trata de personas y buscar adhesiones -mediante una recogida de firmas- a la campaña #CadenasInvisibles, a la que han mostrado ya su apoyo representante de distintos ámbitos de la sociedad.
La organización ha publicado recientemente el informe ‘Cadenas Invisibles’ en el que denuncia cómo la identificación y, por lo tanto, la protección de las víctimas de trata con fines de explotación sexual tiene graves fallos estructurales en España. Afirman que prima la persecución del delito, por lo que las víctimas “son instrumentalizadas y vistas como pruebas para la investigación y no como personas necesitadas de protección durante todo el ciclo”.
A pesar de que no existen datos desagregados, unificados y sistematizados que muestren la verdadera magnitud de este problema, Amnistía Internacional señala que, en total, solo 1.000 de las 75.000 personas que, según el Gobierno, estaban en situación de riesgo de trata con fines de explotación sexual, fueron identificadas finalmente como víctimas en los últimos siete años que se tienen datos, entre 2013 y 2019. Estas cifras no incluyen a las mujeres que solicitan protección internacional o migrantes que llegan a las costas.
Piden un mecanismo de detección temprana, especialmente en los casos de mujeres migrantes que puedan presentar indicios de trata o necesitar protección internacional, con el objeto de darles información, seguimiento y apoyo y que el Parlamento apruebe una Ley Integral contra la Trata de Seres Humanos con perspectiva de derechos humanos, de género e infancia, donde la capacidad de identificación de posibles víctimas de trata no recaiga en quienes tienen la competencia de investigación del delito, o en el control migratorio, sino que dependa de organismos que prioricen un criterio de protección.