Una luchadora imparable
Miriam Badiola / ICAL
Aldara Asensio Aguado llegó al mundo hace 28 años en Ciñera de Gordón, pero fue el pasado mes de septiembre cundo nació por segunda vez en el Hospital de León, tras someterse a un autotrasplante de médula. En ese momento, Aldara había sido madre ya dos veces, hace cuatro años cuando tuvo a su primera hija, Nahikari, y hace dos y medio cuando alumbró a Naoki. No sería la última. Así, en este mes de octubre, la joven ha dado a luz a ‘Miss Cuquina Activity Books’, libros de actividades educativas para niños de diferentes edades.
“Esta idea llegó a mi vida en un momento en el que me faltaba ilusión y me ha servido para sentirme realizada y ver la luz a pesar de la tormenta”, dijo Aldara en el momento en el que decidió enseñar al mundo los libros que ha ideado. Ella misma lo explica: “Es una idea que llevo meses gestando, pero ha salido ahora a la luz porque ha sido el momento en el que me he encontrado un poquito mejor para poder llevarlo a cabo y aceptar encargos”.
‘Miss Cuquina Activity Books’ nace con la intención de crear un material manipulativo para su hijo pequeño, Naoki, que tiene rasgos de Trastorno del Espectro Autista, para que “le ayudura a mantenerse sentado un poquito en la mesa, a centrarse y a trabajar con él”. Para su creación también fue importante el hecho de que Aldara, graduada en Magisterio por Educación Infantil, “a pesar de no haber podido ejercer nunca”, ha hecho varios cursos ‘online’ a raíz del diagnóstico de hijo para “poder entenderle mejor". "Para ponerme en su lugar e intentar ver desde sus ojos”.
No obstante, ‘Miss Cuquina Activity Books’ es “un libro para cualquier tipo de niño”, aunque cuenta con adaptaciones para niños con cualquier necesidad al incluir elementos como “pictogramas que ayudan a cualquier niño a entender cualquier concepto” con el objetivo también de que “estos elementos se vuelvan cotidianos y no sean solo para niños con necesidades especiales”.
Por este motivo, para llegar a “cualquier tipo de niño”, Aldara Asensio ha decidido crear tres libros diferentes en función de la edad a la que van destinados. El primero de ellos, para niños de dos años, “es bastante sencillo y trabaja conceptos como colores, tamaños o la identificación de objetos por sombras, para introducir al niño en una dinámica de juego distinta, de sentarse en una mesa y manipular con velcros para desarrollar la motricidad fina”.
El libro enfocado a niños de tres y cuatro años es “un poco más complejo” e introduce “el conteo hasta el diez, la identificación de número y grafía o las letras mayúsculas y minúsculas” con la intención de que sea “un pasito más”. Finalmente, el libro para niños de cinco y seis años “es otro paso más” al contar con “sumas, restas, el concepto de mayor y menor que y otras cuestiones”, teniendo siempre en cuenta el currículo de educación infantil.
“No me he inventado nada nuevo, he ido cogiendo cosas que he visto, imágenes y demás y me he montado unas fichas”, señala Aldara, quien ha maquetado los libros de manera artesanal, de igual manera que lo hará con aquellos encargos que reciba.
“Yo imprimo, plastifico, recorto, vuelvo a plastificar, vuelvo a recortar, encuaderno y pego velcros. Es un proceso realmente largo, pero me pilla en un momento en el que físicamente mi cuerpo no me permite hacer mucho y mentalmente mi cabeza quiere, así que viene muy bien para entretenerme y aunque sea un proceso largo me siento muy realizada porque llevo mucho tiempo dedicándome a los niños y a mi enfermedad y me viene bien para ir un poco más allá”, detalla.
Motivación extra
Tras varios años de lucha, Aldara cuenta que en el mes de febrero de este año sufrió una recaída en su enfermedad en forma de linfoma de Hodgkin. “El proceso siguiente requería quimioterapia y autotrasplante de médula. Los meses de quimio fueron muy bien y obtuve la remisión completa enseguida, pero había que someterse al siguiente proceso que es bastante complejo, porque aunque las células son mías y la parte del rechazo está fuera, la quimioterapia previa es muy dura, es otro nivel”, explica.
En medio de toda esa situación, la joven fue consciente de que necesitaba llevase al Hospital algo que le motivara "en los ratos que estuviera bien para poder seguir", además de sus que sus hijos que son su "principal motivación”. Así, tras darle muchas vueltas a la cabeza en el mes previo al trasplante, Aldara creó el primer libro de ‘Miss Cuquina Activity Books’ destinado a la edad de tres y cuatro años, la que tiene su hija mayor. “Después entendí que necesitaba algo más para intentar abarcarlo todo y fue como vinieron los de las demás edades”.
Unos libros cuyos primeros ‘testers’ han sido Nahikari y Naoki, los hijos de la creadora de ‘Miss Cuquina Activity Books’, quien reconoce que le “encanta” verles jugar con ellos, lo que le permite “ponerles a prueba y ver qué se les puede complicar y qué no” a modo “ensayo-error”, de manera que puede ver “cómo captar su atención”.
En cuanto al veredicto de Nahikari, Aldara sonríe. “A ella le encanta, le encanta el suyo y cuando me ve hacer los demás no se separa, me ayuda y está encantada”, asegura.
Miss Cuquina
Bajo el alias de Miss Cuquina (@misscuquina) Aldara tiene una presencia muy activa en las redes sociales, particularmente en Instagram, donde más de 4.400 seguidores han seguido paso a paso su vida, “sin entrar a mucho detalle”.
En la cuenta de Instagram en todo momento ha querido mostrar la evolución de su enfermedad tras darse cuenta de que se trataba de algo que “ayudaba a mucha gente”, lo que ha hecho que haya contactado con ella “muchísimas personas a las que le diagnosticaron después", con quienes “he creado lazos de amistad”.
Para Aldara, Instagram es “una red social que me ha venido muy bien tanto para dar a conocer la enfermedad o el proceso de donación de médula como para enseñar el proceso que vamos haciendo con mi hijo”, de manera que en su cuenta también sube vídeos en los que muestra cómo trabaja con el pequeño de la casa, algo que reconoce que le gustaría hacerlo más aunque su condición física, por el momento, se lo impide.
“A raíz de ahí, he creado un círculo de madres, he entablado amistad con muchas de ellas y hemos hecho piña. Es lo bonito de la red social”, apunta Aldara, quien añade que “mucha gente se ha solidarizado con mi situación, ha seguido mi historia y ha entendido que necesitaba un cambio, así que desde que nació ‘Miss Cuquina Activity Books’ se han volcado con ello y me siento súper agradecida”.