Miriam Badiola
La secretaria del Sector de Administración Autonómica de FeSP UGT León, Ruth Sanz Prieto, denunció este miércoles el “abandono” de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León a los empleados de las escuelas infantiles tras tener constancia de que en la escuela de educación infantil más grande de la ciudad de León, con 105 alumnos y 25 trabajadores entre técnicos de educación infantil, personal de cocina y personal de servicios, se han detectado tres casos de COVID-19 sin que la administración “haya informado a las familias de los usuarios” ni “haya tomado medidas”.
Sanz, que prefirió omitir el nombre de la escuela de infantil “por respeto a las familias a las que no se ha comunicado la existencia de positivos en el centro”, explicó que el centro registró el pasado viernes un primer positivo de una técnico superior de infantil titular de un aula, mientras que el lunes y el martes se confirmaron otros dos casos de trabajadoras “de personal de apoyo que rota por diferentes aulas para dar descanso a las titulares o reforzar cuando se necesita más ayuda”.
Unas trabajadores que “tuvieron que ponerse en contacto con sus médicos de cabecera e informar de que tenían síntomas para que el Servicio de Salud les hicieran las PCR”, ya que “en el centro no se han tomado medidas” en una “forma ilógica de actuar de la administración”, que “hará hoy pruebas a un aula confinada, pero no a todo el centro aunque las trabajadoras positivas han pasado por varias aulas”.
Asimismo, la representante del Sector de Administración Autonómica de FeSP UGT León, aseguró tener constancia de que hasta el día de hoy “no se ha dicho nada ni se ha proporcionado información al resto de familias para que adopten medidas y tengan cuidado si los alumnos tienen contacto con personas vulnerables como sus abuelos”.
Para Sanz, esta “irresponsabilidad” podría tener “consecuencias graves para las familias, los usuarios y los trabajadores del centro”, por lo que afirmó que en el caso de que así sea, “la responsabilidad moral recaiga sobre la Junta de Castilla y León, encabezada por la consejera de Educación y seguida por Mañueco, para que empiece a conocer los centros e Igea, que abandona a sus empleados públicos de las consejerías”.
Una responsabilidad moral a la que la representante del sindicato se refiere ante el hecho de que “la responsabilidad civil del incumplimiento de protocolos no está teniendo consecuencias, con trabajadores al pie del cañón, con casos positivos y mascarillas higiénicas y sin que se les haga la PCR”.
Ruth Sanz Prieto criticó que “Educación y los máximos responsables no conocen los centros ni las funciones de los trabajadores”, lo que desemboca en que no “están velando por la seguridad y salud de usuarios, trabajadores y familias”, ya que “si se hicieran de verdad aulas burbuja los trabajadores de refuerzo no tendrían que rotar y no habría contactos”.
Mascarillas FFP2
La secretaria del Sector de Administración Autonómica de FeSP UGT León recordó que ante el inicio del curso escolar, el sindicato elaboró un protocolo específico enfocado escuelas infantiles, en el que se exigían mascarillas FFP2, gafas de protección para los trabajadores y batas impermeables, “lo único a lo que la administración hizo caso”.
Sin embargo, Ruth Sanz lamentó que “pasa tiempo y los trabajadores están olvidados de la mano de Dios y sin una protección real ante el COVID-19”, así como que mientras que “en otras direcciones provinciales hna hecho caso y han proporcionado FFP2 y gafas” en León “se lo están pagando de su propio bolsillo”.
Por esta razón, Sanz puso de relieve que UGT interpuso una denuncia ante la Inspección de Trabajo, que en el día de ayer avanzó que pedirá información al respecto a la Dirección General de Educación.