El tradicional rastro dominical recuperará el domingo, 20 de diciembre, su actividad tras la paralización temporal ocasionada con motivo de la pandemia del coronavirus y lo hará garantizando todas las medidas higiénicas y sanitarias y de distanciamiento social. El Ayuntamiento de León ha acordado con los vendedores ambulantes que se colocarán 210 puestos, lo que supone el 50% de los mismos.
La concejala de Promoción Económica, Susana Travesí, ha explicado que los puestos estarán separados entre sí por una distancia de dos metros y además, se establecerá un corredor unidireccional cuya entrada será por la glorieta de Guzmán. Igualmente, se ha determinado un aforo de 550 personas que se corresponde con 50% de aforo máximo, tal y como marca la normativa sanitaria de restricciones por la Covid-19.
Travesí ha indicado también que el cierre se ha debido a las “estrictas normas” marcadas por la Junta de Castilla y León y ha mostrado su preocupación “porque los vendedores pudieran recuperar actividad cuanto antes pero cumpliendo las normas de seguridad”.
Cada domingo se instalarán en la ubicación tradicional del rastro, en el paseo de Papalaguinda, en el tramo de calzada comprendido entre el inicio del Paseo desde la Glorieta de Guzmán hasta la Plaza de Toros, y ocuparán unos 640 metros aproximadamente.
Recomendaciones generales
Para garantizar la seguridad de compradores y vendedores será obligatorio mantener entre el puesto de venta y el cliente una distancia de seguridad, para ello, los comerciantes ambulantes deberán delimitar completamente sus puntos de venta de tal forma que se garantice siempre y en cualquier caso el cumplimiento de las medidas de seguridad y distanciamiento social.
Se recomienda colocar en la zona de ventas del puesto, una mesa/mostrador delantera que no se utilice para exposición de productos y que, al mismo tiempo, garantice el distanciamiento.
Únicamente las personas vendedoras podrán tocar los productos y lo harán siempre con guantes de protección.
Además, en la zona de ventas de cada puesto sólo podrá haber un cliente por dependiente por lo que el resto de personas tendrán que esperar a ser atendidas de forma ordenada y separados entre sí. Además, se recomienda el pago con tarjeta.