Suárez-Quiñones anima a las empresas a ejercer buenas prácticas en la eliminación de residuos y contribuir a la economía circular
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, recordó esta mañana la entrada en vigor el pasado 1 de enero de la prohibición de entregar al consumidor bolsas de plástico ligeras y muy ligeras, excepto si son de compostable, y animó a las empresas a sumarse a los códigos de buenas prácticas y llegar a conseguir ‘residuo cero’. Así lo hizo durante una visita al supermercado de Mercadona ubicado en el centro comercial León Plaza.
En ese emplazamiento, conoció la iniciativa 6.25 para reducir el uso de plásticos; una línea de trabajo para reducir hasta el año 2025 un 25 por ciento el uso del plástico y hacer todos los envases de la compañía reciclables y reciclar todos los residuos plásticos. “Hay que hacer una buena política ambiental, en la que no haya residuos, sino nuevos recursos generados del desecho de otros bienes y servicios, que esos residuos pasen a tener una segunda vida”, apuntó Suárez-Quiñones.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente trabaja en la elaboración de la futura ley de Cambio Climático de Castilla y León, en la que la economía circular será fundamental, según avanzó el propio consejero. “Todo esto conlleva unos esfuerzos económicos de las empresas, pero tienen que verlo como una oportunidad de empleo y de nuevos modelos de negocio”, afirmó el consejero, y animó a las empresas a suscribir códigos de buenas prácticas, iniciativas ambientales generadoras de inercias de cumplimientos legales entre grupos de interés y proveedores, quienes, a su vez, trasladarán a sus clientes, y éstos a los usuarios y consumidores.
“El reto principal es que ningún producto que se ponga en el mercado acabe en un vertedero”, remarcó antes de asegurar que “la economía circular no tiene marcha atrás y más, sobre todo, cuando la conciencia ambiental que hay en la sociedad es cada vez mayor”.
Balance
Los datos estadísticos del año 2019 reflejan que en Castilla y León se reciclaron más de 22.000 toneladas de residuos plásticos, más de 30.000 toneladas de papel y cartón, más de 11.000 toneladas de metales y casi 51.000 toneladas de vidrio. En todas estas acciones de reciclaje, la Comunidad ha alcanzado porcentualmente los objetivos legales de tasa de reciclado marcados por la normativa europea y nacional.