Elena F. Gordón / ICAL
El gerente de Atención Primaria de León, José Pedro Fernández, lanza hoy un mensaje de advertencia a la población sobre la situación actual de la pandemia. “El tren está a punto de descarrilar”, afirma durante la primera sesión del cribado masivo de test de antígenos de segunda generación para la detección de la COVID-19 que se lleva a cabo desde este miércoles y hasta el domingo en la capital.
“La UCI está casi colapsada”, remarcó y añadió que los índices acumulados son muy altos y que “la gente está muy sensible”. Prueba de esa concienciación es la gran afluencia registrada desde primera hora de la mañana al Palacio de Exposiciones de León, rodeado por una interminable cola ya antes de que comenzasen las pruebas a las nueve en punto.
El ritmo de la kilométrica fila es muy ligero desde el primer momento, en sintonía con la agilidad a la que se llevan a cabo la toma de datos y la práctica del test, para posteriormente y antes de abandonar el recinto recibir un papel con las indicaciones correspondientes tanto si el resultado es positivo como negativo.
La Policía Local y voluntarios de Protección Civil colaboran en las labores de control de tráfico y movimiento de personas -también son numerosos los vehículos que acceden al entorno para la realización de pruebas prescritas por los facultativos médicos sin guardar la cola a pie- y las tiendas de campaña instaladas por el Ejército del Aire alojan al personal sanitario y a los voluntarios que se someten al test, muchos y de todas las edades en las primeras horas del primer cribado para toda la capital.
Con cielo despejado y ocho grados de temperatura, la espera es mucho más breve de lo previsto y lo que puede parecer a primera vista. “Esto corre que se las pela. Pensaba que iba a estar toda la mañana y ya casi llego a la entrada”, comentaba una mujer apenas 15 minutos después del inicio del primer turno.
José Pedro Fernández recalca que el freno que se puede poner al coronavirus en estos momentos pasa por este tipo de pruebas masivas y por los individuos y la conciencia social que demuestran acudiendo al llamamiento de los responsables sanitarios. También es claro al recordar que el hecho de no estar contagiado no puede implicar dejar de cumplir todas las medidas preventivas y de seguridad establecidas.