El quinto minipaso de Ponferrada
D. Álvarez / ICAL
En el año 2012, la Semana Santa de Ponferrada estrenó su llamativa procesión infantil de los minipasos, una tradición de nuevo cuño que convirtió a las festividades de la capital berciana en pioneras en España a la hora de implicar a los más pequeños en las celebraciones y que tiene lugar el sábado que precede al Domingo de Ramos. Aunque la suspensión de todas las procesiones por motivos sanitarios impedirá por segundo año que la tradición continúe, ésta se mantiene viva gracias a esfuerzos como los del joven Alberto Fra, que elaboró una réplica a tamaño reducido del paso de la Cruz Desnuda para donarlo a la Real Hermandad de Jesús Nazareno.
Con esta incorporación, son ya cinco los minipasos con los que cuenta esta cofradía, la más antigua y la más relevante de la ciudad. En el año de su estreno, los participantes en la procesión infantil sacaron a hombros las dos primeras réplicas a escala, elaboradas por el escultor Antonio Mesquida. Se trató de la Virgen de la Soledad y de la Entrada triunfal en Jerusalén, conocida popularmente como la Borriquilla, una de las más queridas por los niños de la ciudad.
Al año siguiente, se incorporó la réplica del Jesús Nazareno, el paso titular de la hermandad, y un año más tarde le llegó el turno al San Juanín, otra de las imágenes más populares de la Semana Santa en la capital berciana, protagonista de una singular carrera por la plaza de La Encina en la procesión de Viernes Santo. Ha habido que esperar siete años más para contar con una nueva imagen, que además tendrá que esperar al menos hasta el año que viene para salir en procesión a hombros de los niños.
Con la Semana Santa en la sangre
Aunque reside en León, el joven creador de esta réplica está vinculado a la Semana Santa de la capital del Bierzo desde mucho antes de lo que alcanzan sus recuerdos. “Somos de la Hermandad desde que nacimos, el mismo día que nací mi abuelo me hizo cofrade”, señala Alberto, cuya familia lleva implicada en las celebraciones y en la cofradía desde hace varias generaciones, como porteadores de varios pasos, miembros de la junta de gobierno y corredores de clarines y timbales.
Componente del grupo joven de la Hermandad, el escultor del minipaso recuerda que, no hace demasiados años, él fue uno de los niños que disfrutó del honor de portar la réplica del Nazareno. La imagen que él ha elaborado, de un tamaño similar al resto de minipasos existentes hasta la fecha, está hecha con diferentes tipos de madera que en todos los casos cumplen con la importante condición de ser “siempre muy finas y ligeras” para que el conjunto no tenga mucho peso y pueda ser portado con facilidad por los niños.
Su afición a las maquetas de madera fue la que le llevó hace un par de años a elaborar una réplica de este paso a tamaño folio. “Todo el mundo dijo que había quedado muy bien y la Hermandad me pidió que hiciera uno más grande para que pudiera salir en procesión”, recuerda el joven, que aprovechó el periodo de confinamiento para diseñar los planos de la estructura. “Cuando me dejaron salir fui a por las tablas de madera y ahí está”, explica con sencillez.
Con la ayuda de una impresora 3D, Alberto elaboró el resto de elementos que forman parte del paso, como los ángeles o las velas situados en la base de la estructura. Tras donar su creación a la hermandad, el joven valora que el minipaso vaya a quedar expuesto, junto al resto de réplicas y pasos en el Museo de las Cofradías de Ponferrada, situado en la antigua iglesia de San Antonio, a la espera de que la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 permita volver a vivir en las calles de la ciudad unas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional.
El paso de los hermanos fallecidos
El paso de la Cruz Desnuda se restauró por última vez en el año 2019, junto al de la Piedad y la Conducción al Sepulcro. Del total de 16 imágenes procesionales de la hermandad, es la única en la que no aparece ninguna figura, únicamente una cruz de madera sobre la que descansa un manto blanco.
De los autores Pedro Antonio Andrés y Javier Alonso, la talla desfila en la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo y tiene un significado muy especial para la cofradía, ya que a sus pies se incluye anualmente la lista de los hermanos fallecidos.