Los empresarios leoneses David de la Riva y Francisco Javier Colino, que viajaron a Polonia con sus propios vehículos para llevar productos de primera necesidad a las personas refugiadas que huían de la guerra de Ucrania, llegaron hoy a Burgos con ocho ucranianos (mujeres y niños) de dos familias diferentes. La empresa de autobuses Alsa trasladó de forma gratuita a estos familias, que partieron hoy hacia Madrid y Guadalajara, donde se reencontrarán con sus familias residentes allí, según ha informado la agencia Ical.
Colino fue el primero en llegar, pasadas las 11 horas, con dos mujeres de 62 y 39 años y dos niños de 11 y 13 años que, cargados con sus maletas, fueron recibidos entre lágrimas y abrazos por un grupo de ucranianos residentes en Burgos que allí los esperaban. Minutos después fue el turno de De la Riva, que paró frente a la estación de autobuses para después continuar su camino hasta León.
Ambas familias, que viajaban desde Kiev, agradecieron a los dos voluntarios su ayuda, por brindarles un “viaje muy cómodo” y “una vida mejor”. Explicaron también a todas las personas que se habían acercado a darles la bienvenida que la guerra en su país está siendo “muy dura” y recordaron que sus maridos continúan en Ucrania “luchando”.
Zoriana Tkach, ucraniana residente en Arcos de la Llana (Burgos) y amiga de ambos empresarios fue la encargada de acoger a estas familias hoy en Burgos y ayudarlas a viajar hasta Madrid. Parte de su familia continúa en Ucrania y recordó hoy con pena a su abuela, que debido a su edad no puede viajar y además se niega a “dejar su tierra”. “La gente se niega a dar nuestra tierra”, subrayó. Sus primos y tíos también permanecen allí, en una zona cerca de la frontera de Polonia que todavía no ha sido atacada. “Mis primos y tíos no sé si terminarán huyendo, mi tío tendrá que luchar”, añadió
“Hay puertas que sí se abren”, recordó, en alusión a la ayuda que están recibiendo estos días, y quiso lanzar un mensaje para que estas ayudas continúen. “Llamamos a todas las puertas para que nos ayudéis”, agregó.
Por su parte, Javier Colino explicó que, tras conocer otras iniciativas particulares de personas que estaban viajando a Polonia para ayudar, el pasado domingo se pusieron en marcha y con sus dos coches partieron hasta el país, para llevar productos de primera necesidad, como medicinas o alimentos.
“Emocionalmente es una montaña rusa, lo que te cuentan y lo que ves. Vimos la necesidad de toda esa gente, que dejan sus vidas para marcharse a la aventura”, explica. Asimismo indicó que ya están preparando un autobús con medio centenar de plazas, que ya tienen casi completo, y que les permitirá traer a más ucranianos que han huido de su país.
“Tenemos toda la infraestructura montada y nos están gestionando un listado de personas”, añadió. También llevarán un camión con alimentos, que lo regentan militares en Cracovia, para dejar allí la mercancía y traer a más personas.
En este sentido advierten que “no es fácil ni es una aventura” y consideran recomendable “fletar autobuses que eviten riesgos personales de cualquier persona que decida acudir por su cuenta al rescate de ucranianos”. Sin embargo criticó la falta de acción de las instituciones, que aseguró que deberían “moverse y hacer algo”. “Dos personas sin ningún contacto cogen a gente y la traen. ¿Por qué no podemos hacerlo todos?, Nos ha llamado gente de Australia y Portugal para ayudar, enterándose por las redes”, apuntó.