Castilla y León es la comunidad autónoma más grande de España con 94.226 kilómetros cuadrados, lo que corresponde al 19,3% de todo el territorio español. Nueve provincias muy alejadas entre ellas que en ocasiones supone toda una odisea cuando te pones en carretera. Pues bien, este ‘sufrimiento’ lo va a padecer el Atlético Bembibre mañana domingo cuando tenga que recorrer los 450 kilómetros que separan la localidad leonesa de la soriana de Almazán, lugar donde se disputará la 27 jornada de Liga (17.00 horas, La Arboleda). Y lo harán en un solo día, esto es fútbol de Tercera RFEF y no se hace noche.
Serán 900 kilómetros de ida y vuelta, o lo que es lo mismo, más de 10 horas en el autobús para un total de 1.500 euros en gastos. El desplazamiento más largo que se hace en toda la categoría. “Un sacrificio físico y económico”, lamenta el delegado del club, Toño Rey, que lleva más de diez años preparando este tipo de viajes y que afirma que cuando se tienen que enfrentar a equipos de Soria “es lo primero que miran en el calendario” para organizarlo. Y un viaje que llega en el momento en el que la gasolina marca un precio histórico, por lo que entre el alquiler de bus, el combustible y la comida previa al partido asciende a cerca de 1.500 euros.
Está claro que el viaje a Almazán no es uno más. Hasta el punto de que tienen que llevar dos chóferes porque por ley uno solo no puede conducir tantas horas. Así que tendrán dos conductores para un mismo viaje.
El viaje más largo de Tercera
La Tercera RFEF reúne a 17 clubes de Castilla y León, y aunque es cierto que hace años la UPL llevó a las Cortes una propuesta para dividir la comunidad, finalmente no salió. “Es lo que tiene estar en Castilla y León, supongo que no hay otra solución porque es una competición, que aunque la organiza la Federación regional está en el ámbito nacional por lo que tienes que tener una unidad, entiendo que es complicado gestionarlo”, lamenta Rey, que lo que si pide es que se tenga un detalle con clubes que como el suyo tienen que realizar estas odiseas por carretera. “Cualquier categoría que mires habrá pocos equipos que se metan cinco horas de viaje, sin contar con los viajes a las islas”, recuerda el delegado.
Rey recuerda que ha trabajado con cinco entrenadores en lo que lleva en el Atlético Bembibre y lo primero que hay que tener en cuenta es lo que quieren los técnicos. En este caso, Miguel Ángel Miñambres prefiere comer en la localidad donde se juega los encuentros. En base a esto hay que calcular horarios, ya que se come tres horas antes de que se celebre el choque, por lo tanto la hora máxima de llegada a Almazán es 13:30. Esto provoca que salgan sobre las 8:30. Posteriormente diez horas en el bus que se hacen más amenas gracias a las nuevas tecnologías con tablets, ordenadores y teléfonos móviles, aunque es cierto que las partidas de julepe y pocha nunca faltan entre los más veteranos. Llegarán a Bembibre el domingo sobre la una de la mañana, y al día siguiente a muchos jugadores les tocará madrugar.
Hacer noche
Un viaje así supone un sinfín de anécdotas. Por ejemplo recuerda que hace cuatro años cuando se enfrentaron en Garray al San José por primera vez hicieron noche en Soria “nos sentimos como futbolistas profesionales”. La causa fue que el rival les puso el partido a las 12. “Nos jugábamos los dos cosas importantes, y quisieron meter el primer gol antes de empezar”, bromea. Ahora bien, Toño tiene claro que si se consiguen los tres puntos, “vitales para luchar por entrar en el play off de ascenso” merece la pena la odisea de viaje, “si hace falta me estoy hasta el martes en el autobús”.