La Policía Local de León dio ayer el alto a un vehículo porque su ocupante estaba haciendo una conducción errática. Una vez parado, se dieron cuenta de que el coche estaba dado temporalmente de baja, sin seguro y con pérdida de puntos de su conductor y que había sido robado en junio del año pasado.
Además, el conductor dio positivo en el test de alcoholemia. El coche fue trasladado al depósito municipal y los agentes avisaron a su propietario, según ha informado la agencia Ical.
Por otra parte, la Policía Local disolvió también ayer un botellón de unas diez personas a las que se identificó en el interior del parque de La Granja.