D. Álvarez / ICAL
El presidente del grupo Herrero Brigantina, Juan González Herrero, anunció hoy que el plan estratégico de la empresa prevé incrementar la plantilla en la zona de Ponferrada y El Bierzo hasta 500 empleados de cara al año 2030. En el marco de la primera edición del International Summit Financial Ciudad de Ponferrada, organizado por el grupo empresarial, González Herrero aseguró que el objetivo de este evento, que cuenta con ponentes de primer nivel para analizar las tendencias de la industria financiera, es “convertir a Ponferrada en centro de referencia de las financias a nivel nacional e internacional”.
En la actualidad, Herrero Brigantina cuenta en la comarca con una plantilla de unos 70 empleados. Según anunció el presidente, el grupo planea reinvertir el 60 por ciento del rendimiento medio durante los próximos ejercicios, con el objetivo de “crear empleo de calidad, altamente cualificado y estable”. De este modo, la compañía prevé alcanzar la cifra de 3.000 empleados en sus distintas oficinas, de los que medio millar tendrían su puesto de trabajo en Ponferrada, ciudad de origen del grupo. El proyecto también implicará la ampliación y mejora de la actual sede, así como la dotación tecnológica de las instalaciones, señaló el presidente.
Entre los asistentes al congreso, el alcalde de la ciudad, Olegario Ramón, valoró el anuncio del grupo como “de vital importancia” para favorecer el desarrollo alternativo de la comarca, alrededor de un modelo bautizado como “cuarta revolución industrial”.
Claves geopolíticas
El evento también contó con la presencia del leonés Pedro Baños, coronel en la reserva y especialista en geoestrategia. La ponencia de Baños trata de desentrañar las claves geopolíticas que ayudan a entender “qué está sucediendo y por qué”, una cuestión fundamental para la gestión empresarial, ya que “la política es la expresión concentrada de la economía”, aseguró Baños citando a Lenin.
Según el analista, el momento actual está marcado por la aparición de “nuevos poderes económicos” que quieren transformar el orden establecido por Estados Unidos tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y fortalecido tras la desintegración de la Unión Soviética. En ese contexto, Baños advirtió de que las sanciones impuestas a Rusia por los países del llamado bloque occidental pueden acabar convirtiéndose en un ‘boomerang’ que acabe perjudicando más a sociedades con costes sociales más elevados, como las de la Europa occidental.
Al respecto, explicó que el potencial ruso de producción industrial y de armamento y la posición ambigua de China son algunas de las cuestiones fundamentales en la resolución del actual conflicto bélico en la zona de Ucrania. En ese sentido, recordó que la guerra de Siria ya sirvió como campo de pruebas para que el ejército ruso experimentara nuevas armas y tecnologías.