El Lambrión Chupacandiles, el nazareno que anuncia con el repicar de su campana el inicio de la Semana Santa en Ponferrada, volvió hoy a recorrer las calles del casco antiguo de la ciudad y a dar vida a una tradición que se remonta al siglo XVII. Vicente Parra, el cofrade que desde hace más de 30 años se enfunda la túnica y el pucho negros que caracterizan a esta figura, volvió a cumplir con el cometido que la tradición le asigna cada año en la tarde del sábado anterior al Viernes de Dolores, una función que ya desempeñaron antes que él tanto su padre como su abuelo, según informa ICAL.
Este personaje, clave para que Ponferrada consiguiera en 2015 el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Nacional para sus celebraciones de Pascua, sólo faltó a su cita hace dos años, cuando la crisis sanitaria que acababa de estallar obligó a suspender su tradicional recorrido. Su campana pudo oírse, no obstante, en pleno estado de alarma a través de los altavoces de un coche de la Policía Municipal.
El año pasado, las medidas sanitarias forzaron al Lambrión a completar su recorrido por las estrechas calles del casco antiguo en soledad, cuando habitualmente suele hacerlo acompañado por un gran número de niños. Fue, junto al Vía Crucis del Castillo, el único acto del programa de celebraciones de Semana Santa que pudo celebrarse en la calle. En el 2019, último año en que la tradición se desarrolló con normalidad, la lluvia hizo acto de presencia, lo que no impidió a numerosos fieles y curiosos acompañar al Lambrión en su recorrido por la ciudad.
Símbolo de las fiestas
Creada por la Real Hermandad de Jesús Nazareno, la figura del Lambrión Chupacandiles hunde sus raíces más de cuatro siglos atrás y es a día de hoy uno de los símbolos más reconocible de las fiestas de Pascua en la capital berciana. Desde 2018, la ciudad le dedica un espacio a las puertas del Castillo de los Templarios, en pleno recorrido del Camino de Santiago, donde una placa de bronce atestigua su importancia.
Además, el año pasado se registró en la Oficina de Patentes la marca 'Lambrión Chupacandiles', de manera que la Real Hermandad de Jesús Nazareno disfruta desde entonces de derecho económico exclusivo sobre esta emblemática figura, cuya campana original descansa desde su última restauración en el Museo de las Cofradías de Ponferrada, situado en la antigua iglesia de San Antonio.
Según cuenta la leyenda, su nombre se debe a que los muchachos de la villa le gritaban a su paso para que hiciera parada en las bodegas y le invitaban a probar el vino nuevo, lo que le valió el apelativo de ‘lambrión’ con el que se designa a los golosos en la comarca berciana. Su ‘apellido’ haría referencia a que el nazareno se bebía hasta el aceite de los candiles que iluminaban casas y calles antes de la llegada de la luz eléctrica.
Considerado uno de los cuatro personajes emblemáticos en la Semana Santa de Castilla y León, junto al Barandales de Zamora, el Pardal de Medina de Rioseco (Valladolid) y el Tararú de Palencia, el Lambrión es el responsable de anunciar cada año la inminencia de las festividades de la Semana Santa, que este año recuperan su programa íntegro de procesiones tradicionales.
Programa de las celebraciones
La primera de ellas, la de La Dolorosa, tendrá lugar el próximo viernes. Ese fin de semana también se celebrará la procesión infantil y los actos del Domingo de Ramos. El Vía Crucis Penitencial en el Castillo tendrá lugar el lunes 11 de abril y a partir del miércoles se sucederán el resto de procesiones hasta el Domingo de Pascua.
En el programa de actos de este fin de semana también destaca el concierto que ofrece hoy en la Basílica de La Encina la soprano Julieta González, un recital en el que tendrá lugar una recogida solidaria de alimentos para los más necesitados. De cara al domingo, tendrá lugar el pregón a cargo de la catedrática de Medicina de la Universidad de Cantabria María del Carmen Feriñas.