Elena F. Gordón / ICAL
Leoneses y visitantes esperaban hoy resarcirse de los tres años transcurridos desde la última procesión de los Pasos y el último acto de El Encuentro, en 2019, con lluvia y un cielo gris en nada parecido al azul que lució en esta mañana de Viernes Santo, acompañado de un temperatura agradable en la Plaza Mayor de la ciudad. Además, este año la marcha incorporó novedades no exentas de polémica, con un nuevo ritmo en el desfile, dado que los pasos participantes no se detuvieron en la plaza para acompañar El Encuentro entre san Juan y la Dolorosa, sino que continuaron el recorrido tras atravesarla y recibir la ovación del numeroso público asistente.
Las modificaciones implicaron la desaparición de la habitual imagen de los 13 pasos con los que cuenta la cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno -organizadora de la cita-, con una estampa más ligera visualmente, dado que solo la Virgen y el discípulo permanecieron en el coso para protagonizar el acto que tiene una mención especial en la declaración de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa leonesa.
El vice-abad Tomás Castro comentó después de la procesión que las novedades aplicadas han permitido ofrecer una imagen “completa” de la plaza y expresó su satisfacción por el desarrollo de la misma.
El obispo de la Diócesis de León, Luis Ángel de las Heras, fue el encargado de pronunciar el preceptivo pregón. “Procesión de los Pasos, mañana del Viernes Santo, momento evocador de encuentros transformadores en medio de un camino de dolor en esta Plaza Mayor de León. La Semana Santa se hace nuevamente emoción y la emoción se llena de fe, esperanza y caridad”, dijo.
“Llevando al hombro y en el corazón las aflicciones más grandes que contiene cada paso, con la respiración sostenida y los sones de pasión que no cesan somos testigos de que la gloria de Dios destierra de su lugar a las cenizas y el abatimiento que quieren dominarnos”, añadió en la intervención hecha desde el balcón consistorial, donde también hicieron acto de presencia diversas autoridades y cargos institucionales, entre ellos, el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán. El alcalde de la ciudad, José Antonio Diez, participa en esta procesión de forma más directa, pujando uno de los pasos.
El sermón del padre Luis Ángel de las Heras dio paso al emotivo encuentro entre la Dolorosa y Juan, ovacionado largamente por los presentes, especialmente cuando los pasos fueron mecidos por los papones de una cofradía que fue fundada en 1611 y que recrea en sus conjuntos escultóricos momentos de la Pasión que van desde la Oración en Getsemaní hasta la muerte de Jesucristo.
La procesión, que partió a las 7.15 de la capilla de Santa Nonia -sede de la cofradía- prosiguió su larga marcha tras el habitual descanso para tomar fuerzas, después de abandonar la Plaza Mayor pasadas las 10.30 de la mañana