Tradicionalmente, se ha venido estimando que fue un 18 de abril de 1188 el día en que tuvieron su inicio las Cortes del Reino de León del año 1188, reconocidas como “Cuna del Parlamentarismo” a nivel mundial por la UNESCO, al ser dichas Cortes las primeras en que hubo representantes elegidos por el pueblo llano con derecho a voz y voto.
Hasta entonces, las Cortes del Reino de León habían sido cámaras en las que, además de al rey, solamente estaban convocados los dos estamentos más poderosos de la escala social medieval, es decir, la Iglesia y la nobleza. De este modo, los representantes del pueblo llano o tercer estamento estuvieron ausentes en Cortes del Reino de León como las celebradas en el año 1020 en León, en 1073 en Zamora, en León en 1135, en Benavente en 1176 o en Salamanca en 1178.
Sin embargo, este hecho cambió con el rey Alfonso IX de León, que en la primavera del año 1188 convocó Cortes a las que, además de a los dos estamentos tradicionalmente convocados a ellas (Iglesia y nobleza), se sumaba uno nuevo, el de los representantes de las principales villas y ciudades del Reino de León, que serían elegidos por sus habitantes para defender con voz y voto sus intereses en estas Cortes.
Este hecho, novedoso para la época, y que posteriormente fue emulado por otros territorios, supuso un auténtico hito en la historia del parlamentarismo, al ser los Decreta emanados de dichas Cortes el testimonio más antiguo en la historia en que está documentada la existencia de representantes elegidos por el pueblo para defender libremente sus intereses en la más alta institución de un territorio.
Por ello, en las Cortes del Reino de León de 1188, celebradas en la basílica de San Isidoro de la ciudad de León, y cuyo inició habría tenido lugar en torno al 18 de abril de dicho año, hubo representantes de localidades como León, Zamora, Salamanca, Benavente, Ciudad Rodrigo, Astorga, Ledesma, Toro, Villafranca del Bierzo o Alba de Tormes.
Posteriormente, la convocatoria de representantes elegidos por el pueblo para participar y decidir en unas Cortes encargadas de los principales asuntos de Estado, se asentó en las posteriores Cortes del Reino de León, caso de las celebradas en Benavente en el año 1202 y en León en 1208, o un siglo más tarde, tras la unión de Coronas de 1230, en las Cortes propias que celebró el Reino de León en el siglo XIV, caso de las celebradas en Zamora en el año 1301 o en León en 1349.
Por su parte, ante estos hechos y el reconocimiento oficial del Reino de León como Cuna del Parlamentarismo por parte de la UNESCO, desde Unión del Pueblo Leonés (UPL) se recuerda el 18 de abril como fecha de inicio de las Cortes de 1188, reclamando que “la Región Leonesa, como heredera directa del Reino de León (pues de hecho así se recogía el nombre de la región en el Decreto de 1833 que convertía el antiguo reino en región) no puede estar al margen, como Cuna del Parlamentarismo, de tener su propia autonomía y, por ende, sus propias Cortes”.
Y es que, para los leonesistas “es lamentable que la región que es Cuna del Parlamentarismo se vea privada de sus derechos constitucionales por simples cálculos e intereses partidistas, que dan la espalda a nuestra historia y a lo recogido en los artículos 2 y 143 de la Constitución, que recogen el derecho de la Región Leonesa a ser Comunidad Autónoma como región histórica reconocida oficialmente al aprobarse la Constitución”.