La estación de León acoge desde ahora tres esculturas contemporáneas del inventario de Adif y un vehículo auxiliar histórico, una bomba de agua para apagar incendios, restaurada, que data de 1863, año de la llegada del ferrocarril a León.
Se han instalado en la zona de ampliación de la terminal, en diferentes puntos del nuevo aparcamiento y bajo el voladizo del acceso Sur a la estación, en la zona abierta al público en mayo donde se ubican la bolsa de taxis, el área de tiempo limitado de parada para subida y bajada de viajeros (Kiss&train), y el aparcamiento destinado al servicio de alquiler de vehículos.
Las esculturas han sido reubicadas en su nueva situación, procedentes dos de ellas de los jardines de la antigua Residencia (junto a la estación histórica) y la tercera inventariada en almacén. Se trata de obras de artistas castellanos y leoneses, siendo Villa, Juárez y Palmero nacidos en la provincia de León, y Bañuelos, burgalés.
La obra de Ramón Villa (León, 1949) se compone de dos grandes bloques de piedra, casi simétricos y de gran expresividad, a los que se han incorporado pequeños elementos de acero que remiten a paisajes industriales. La obra plantea un diálogo entre lo industrial y lo natural, e invita a su contemplación circular. 'Atrapar el paisaje' (1998), de José Antonio Juárez (León, 1966) y Jesús Palmero (Astorga, 1969) representan 84 cámaras fotográficas orientadas al norte. Juárez y Palmero formaron pareja artística entre 1991 y 2009.
'León', de Alberto Bañuelos (1990) es una obra en basalto de 300x60x100 centímetros. Alberto Bañuelos nació en Burgos en 1949. Escultor y pintor autodidacta, destaca por el uso de materiales clásicos como la piedra o el mármol. Su labor escultórica comenzó en 1982 y abarca más de 800 esculturas en piedra. En 2011 fue reconocido con el Premio Castilla y León de las Artes, “por su trayectoria internacional y por su renovación del lenguaje escultórico, incorporando la piedra, un elemento tradicional en la cultura de Castilla y León, a la contemporaneidad”.
Fotografías
Acompañan a esta nota fotografías de las tres obras. Además, se ha ubicado en esta zona de ampliación un vehículo histórico, una bomba de agua para apagar fuegos, restaurada, que data de 1863, año de la llegada del ferrocarril a León.
Adif cuenta con una colección de medio centenar de esculturas contemporáneas, que pueden ser contempladas, como en León, en otra treintena de estaciones de la red ferroviaria.
Esta colección escultórica constituye un excelente ejemplo de la relación de las obras con su contexto y del significado estético, social, comunicativo y funcional que éstas poseen. El catálogo, nutrido fundamentalmente al final de la década de los 80 y principios de los 90, proporciona una visión panorámica de la escultura contemporánea en nuestro país.